lunes, 15 de noviembre de 2010

(R.F. 15) ¿QUIÉN ES LUIS GARROTE BOTÍN)


Luis Garrote, había conseguido su fortuna, apostando fuerte, pero manteniéndose al margen, que fueran otros los que corrieran con los riesgos.
A pesar de todo siempre había un cierto riesgo y aunque la policía nunca encontrara pruebas de sus negocios, su nombre siempre podía salir a la luz. Ahora se podía permitir un pequeño gimnasio al lado de su despacho, el ejercicio físico acompañado de una suave música le ayudaba a pensar, en esas estaba, esperando la llegada de dos de sus sicarios, cuando sonó el interfono.
— Señor Garrote. Ramón y Alfonso acaban de llegar.
— Muy bien, dígales que pasen.
Los dos sicarios de Luis entraron. El corpulento Alfonso tenía un aspecto desaliñado, de matón de poca monta. Ramón en cambio siempre había apuntado alto. Aunque le faltaba inteligencia. Además aquel día tenía el aspecto de que pasó muy mala noche. Era evidente que algo salió mal, ya que se presentaban con mucho retraso a la cita. Tenían que traer el dinero de uno de los muchos negocios sucios, que realizaban para la empresa. Una transacción aparentemente de lo más sencillo.
— ¿Dónde os habíais metido? Hace horas que tendríais que estar aquí. ¿Supongo que no habréis perdido el dinero de los rusos?
— No, aquí está.— Contestó Ramón dejando un abultado sobre encima de la mesa.
Luis abrió el sobre en su interior había billetes de barias clases, sobre todo de veinte y de cincuenta.
— ¿Qué significa esto? Este no es el sobre que te han dado los rusos, ¿verdad? Alfonso se quedó mirando a Ramón esperando a que contestara.
— No… Pero le puedo asegurar que está todo el dinero.
Luis los miró fijamemte, primero a uno y luego al otro, un silencio sepulcral dominaba la estancia. Luis suspiró hondo antes de preguntar que ocurrió. Ramón le contó que cuando su novia se enteró del tipo de negocios a los que se dedicaba, le había robado el sobre con el dinero y se había largado, según creía al extranjero.
— Más vale que te asegures Ramón o tendré que deshacerme de ti. Alfonso te acompañará. Ahora sal un momento.— Los dos hombres hicieron ademán de marcharse.— Tu no Alfonso, tengo que hablar contigo un momento.
Cuando Ramón cerró la puerta, Luis le preguntó a Alfonso si conocía a la novia de Ramón y le pidió que le contara lo ocurrido con el dinero. Alfonso mintió al decirle que no conocía a la chica de Ramón personalmente y que solo sabía su nombre, Mónica. Donde si se ciñó a la verdad, fue al contarle que al ir aquella mañana al apartamento de Ramón, tuvo que forzar la puerta para poder entrar y que encontró a Ramón atado a la cama, completamente desnudo.
Aquella fue la primera vez que Luis oyó hablar de Mónica y pensó que merecería la pena conocer a una mujer como aquella.
La voz de lo que le pasó a Ramón, se corrió como la pólvora llegando incluso a oídos de Iván el Ruso.
Más o menos un mes más tarde, Iván lo invitó a uno de los locales que regentaba uno de sus socios en la ciudad. Algo que le extraño es que solicitara también la presencia de Ramón.
En cuanto entraron en el bar de estriptis, Luis, Ramón y ya de paso Alfonso, fueron conducidos a una mesa reservada desde donde podían ver el espectáculo con todo lujo de detalles. Nada más sentarse, tres chicas se les acercaron con una botella de champagne y se sentaron al lado de ellos. La que estaba con Luis, una ucraniana pelirroja y despampanante, le metió la mano en el paquete, susurrándole al oído.
— Sígueme y disimula, Ivan quiere hablar contigo a solas.
— Claro preciosa, lo que tú digas. Dijo dándole una palmada en el trasero a la joven prostituta.
La chica se levantó y agarrándolo de la mano, lo condujo por un pasillo muy largo, con puertas a ambos lados, luego subieron por una escalera hasta llegar un despacho lleno de pequeñas pantallas de televisión desde donde podía verse todo lo que pasaba en el local, dentro le esperaba Iván. La chica salió del despacho cerrando la puerta.
— Señor Garrote. — Dijo Iván ofreciéndole la mano.— No se preocupe por la chica, le estará esperando fuera.
— Eso espero, la muy puta sabe ponerle a uno cachondo. Pero favor llámame Luis. Dime Iván, ¿Qué es lo que se te ofrece?
— ¿Recuerda el incidente ocurrido hace algunas semanas con Ramón y su chica?
— ¿Como olvidarlo?
— Verá, en cierto modo yo fui testigo de parte de lo que ocurrió y llegué a conocer personalmente a la chica de Ramón.
— Comprendo. Y dime Iván, ¿la chica merece la pena?
— Se de muchos en mi país que pagarían una fortuna por pasar una noche con una mujer como esa, pero por lo que le he llamado es por que la chica no se fue al extranjero como todos incluido Ramón creían, ella está en una de esas ciudades dormitorio de las afueras, creo que está viviendo con otro tipo, aunque a el no pude verle bien. Si la chica es un problema puedo ocuparme de ella… como ya le he dicho, en mi país…
— No. ¿Estas seguro de que era ella?
- Claro, en mi negocio hay que ser buen fisonomista
- Entonces díselo a Alfonso. Pero que no sepa que yo lo sé. Quiero ver que hace. Y preferiría que tampoco sepa de esta conversación.
— Por eso no se preocupe, Luis, usted está pasando un buen rato con esa pelirroja de afuera, ¿recuerda?
— En ese caso, creo que aquí estoy perdiendo el tiempo. — Dijo Luis con una sonrisa malévola en los labios.
Los dos hombres salieron del despacho, la chica que seguía allí guió a Luis a una de las mejores habitaciones del Local. Entretanto Iván se dirigió hacia el bar. Por el camino se cruzó con un par de chicas que guiaban a dos clientes a las habitaciones. Eran dos chicos jóvenes, uno de ellos parecía atemorizado por la situación. El otro que parecía haber bebido más de la cuenta, le resultaba familiar. Probablemente, no era la primera vez que lo veía por allí. Cruzó unas palabras con la chica que guiaba a aquel cliente antes de seguir su camino hasta el bar, la chica que agarraba de la mano a Jota, le condujo a una de las habitaciones.
Al día siguiente, Luis se levantó algo más tarde de lo habitual, cuando bajó a la piscina a hacerse unos largos, Marisa, su mujer ya estaba allí, tumbada al sol con sus gafas oscuras y luciendo un cuerpo a sus 47 años que muchas mujeres jóvenes desearían, forjado a base de horas de gimnasio y operaciones estéticas. A pesar de todo, la relación entre Luis y Marisa, hacía mucho que había dejado de existir más que en la apariencia. Ahora solo se soportaban, aunque fuera en habitaciones separadas.
— ¿Cómo fue tu reunión de anoche cariño?— Preguntó ella con ironía sabiendo que lo más probable es que hubiera pasado la noche con otra mujer.
— Satisfactoria ¿y tu cena con tus amigas?— Preguntó él con la misma ironía y sabiendo a su vez que ella también pasó la noche con alguno de sus amantes.
— Satisfactoria. — Le contestó ella con una sonrisa en los labios.
A eso de las cuatro de la tarde, mientras se preparaban para ir a tomar el café a casa de unos amigos, sonó el teléfono, era Iván el Ruso.
— Han surgido complicaciones con Ramón y Alfonso. Al parecer sorprendió a su novia con otro tipo en el piso y lo tiró por la ventana, los han detenido.
— Está bien, te daré el número de un buen abogado, el se ocupará de todo y me mantendrá informado, no me llames más aquí.
Aunque tenía casi todos los cabos bien atados, aquel inútil de Ramón podía llegar a comprometerlo si hablaba más de la cuenta. Por suerte su abogado lo mantuvo al corriente de todo lo que sucedía, la cosa era menos grave de lo que parecía. Ramón se había equivocado de piso y por error había subido al del vecino, al cual había dejado encerrado para impedir que avisara a la chica y el vecino se había caído solo del balcón, intentando avisarla. Si la caída hubiera sido desde una altura considerable, tal vez la gravedad de la caída, hubiera distraído lo suficiente a la gente, como para que Ramón y Alfonso hubieran huido con la chica sin levantar sospechas, por desgracia, la caída solo fue desde un segundo piso, con lo que él entrometido vecino solo se rompió una pierna y pudo poner en alerta a los transeúntes antes de que Ramón y compañía pudieran salir de allí.
Según las autoridades, nadie llegó a ser agredido y solo hubo un intento de secuestro. Ahora solo tenían que conseguir que la chica retirara la denuncia. Los hombres de Luis, siguieron los pasos a Mónica para saber en todo momento donde estaba. Al día siguiente, Luis que deseaba saber el aspecto de la mujer que tantos problemas les estaba dando, fue con gran parte de sus hombres a un lugar cercano a la casa de los padres de Mónica, donde ella había acudido para explicarles lo ocurrido. En un bar cercano a la casa, estaban Luis con uno de sus guardaespaldas y el abogado que se estaba encargando de todo. Entretanto, en el interior de una furgoneta que estaba aparcada en las proximidades de la casa, estaba Iván, que era el que mejor conocía a Mónica, con algunos de los hombres de Luis, por si el plan “A” fallaba.
El móvil del abogado sonó e Iván le avisó de que Mónica por fin salía de su casa. El abogado salió del bar de forma precipitada para adelantar a Mónica en la calle. El cielo se oscurecía cada vez más con nubes de tormenta. Cuando volvió a entrar el abogado, esta vez acompañado de Mónica, Luis por fin pudo verla por primera vez, el olor de su perfume embriagador, llegó hasta él con el mismo viento de la calle que estaba trayendo la tormenta y que había entrado con ellos, Iván se había quedado corto con la descripción. Se sentaron en una mesa próxima, desde donde podían oír la conversación sin ser vistos y cuando ella, salió del bar después de rechazar él soborno, supo que aquella mujer debía ser suya.
— Gutiérrez, en cuanto la chica quite la denuncia, quiero que tú y Iván me traigáis a Ramón y a Alfonso.— Le dijo Luis al abogado, que había vuelto a sentarse en la mesa después de que Mónica saliera aparentemente cabreada del bar y de que llamara a Iván para el plan “B”.— ¡Ah! Y ponte en contacto con Eva. Tengo un encargo urgente para ella.
Manipular a sus dos sicarios, fue pan comido. Alfonso se ocupó de matar a Ramón aquella misma noche y Eva, que era uno de los nombres con los que se conocía a la implacable asesina, se encargó de eliminar a Alfonso aparentando un suicidio. Durante los días siguientes, Luis se obsesionó incomprensiblemente para alguien como él, de Mónica y mientras ideaba un plan para seducirla, la tenía constantemente vigilada. El mismo alquiló un despacho cerca del lugar de trabajo de ella, en una de esas ciudades dormitorio del extrarradio y muchas veces la veía entrar y salir del trabajo. Cuando supo que Iván había vuelto de Rusia, con unas cuantas mujeres, reclutadas de forma forzosa para los locales de prostitución cercanos a la costa. Supo que él tenía que formar parte del plan.
Así fue como una noche de septiembre que ella salía del trabajo más tarde de lo habitual, Iván la abordó con malas intenciones, apenas tubo tiempo de interpretar su papel, ya que ella que esa tarde, tenía un aspecto un tanto demacrado, perdió el conocimiento. Luis le hizo señas a Iván para que se marchara y así presentarse él como su salvador.
A partir ese momento, decidió alquilar un despacho cerca del trabajo de Mónica y la estuvo esperando todos los días a la salida del trabajo. Ella, que enseguida recuperó su estado anímico habitual, en un principio se resistió a él, pero finalmente, logró convencerla para llevarla a cenar. Después de la deslumbrante cena, todo fue pan comido.
Tras pasar la primera noche con ella, comprendió la obsesión de Ramón y las semanas siguientes fueron fantásticas. Por una vez empezó a plantearse seriamente en dejar a Marisa, e hizo instalar cámaras de video para tenerla continuamente controlada desde el despacho que tenía alquilado, de echo empezó a llevar desde allí muchos de sus negocios sucios. Entonces, apareció el vecino, a todas luces un mindundi, e inevitablemente llegaron los celos. Justo aquella semana que tendría que ir con su mujer al apartamento de la costa, para pasar el fin de semana con la familia. Cuando Mónica le preguntó quien había llamado a la puerta, él le mintió diciéndole que había sido una vecina, pero al día siguiente uno de sus hombres, encargado de seguirla, le habló del fortuito encuentro entre Mónica y Jota.

CUENTOS DE ANTES DE DORMIR (José Enrique Serrano Exposito)


Sinopsis

Una colección de cuentos de variada temática: Unos para contar a los niños o que los lean ellos, otros para mayores, y todos para ser leídos por personas de corazón joven.

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miércoles, 10 de noviembre de 2010

INMIGRANTE.


Después de recorrer medio mundo para buscar una vida mejor en un país extranjero y verse obligado a dejarse explotar 12 horas diarias un misero sueldo en un trabajo que nadie quiere, los autóctonos del lugar lo acusaron de robarles el trabajo...

CONTRA VIENTO Y MAREA (Joaquín Martínez Mamerí)


Sinopsis
«Los hechos suceden en Mallorca. Un grupo de amigos se dispone a celebrar una fiesta de cumpleaños. Hay quien ya tiene pareja, hay quien ama secreta y apasionadamente. Surgen las rivalidades por una chica. No falta el filósofo que quiere arreglar el mundo a su manera. Tampoco falta el anarquista que vive en una fábrica abandonada de harina, es por tanto un okupa. Hasta que un buen día, las autoridades deciden hacer de esta fábrica una nueva gasolinera...»

EL VIAJE


Hernán Hernández Hierro, no entendió del todo el país que acababa de visitar en sus últimas vacaciones, hasta que lo vió en un documental de televisión.

J.C.

jueves, 4 de noviembre de 2010

LÍDICE. RUTAS Y RELATOS PARA SOÑAR (Felipe Colorado Lobo)


Felipe Colorado Lobo

Nacido en Madrid. Cursa estudios de Ingeniería Técnica Industrial en la UPM. Técnico Deportivo en Montañismo por la EMAM. Viaja por cuatro continentes recorriendo montañas y desiertos. Desarrolla su carrera docente como Profesor de Matemáticas, Tecnología y Energías Renovables en Secundaria. Gana el XI premio Desnivel de Literatura de Montaña en 2009.

Sinopsis
Rutas por Guadarrama y relatos de montaña y aventura de diversos géneros: ciencia ficción, terror, historia.

martes, 2 de noviembre de 2010

LA SEGUNDA LUNA.


Apareció de un día para otro y estuvo allí suspendido en el cielo durante varios meses, como una segunda luna pero más pequeña. Sin ninguna duda había sido fabricada por una inteligencia extraterrestre. Al principio la histeria se apoderó de la gente. Hubo suicidios, las religiones adjudicaban aquello algunas a Dios y otras al demonio. Los principales gobiernos de la Tierra intentaron contactar sin ningún éxito, incluso enviaron sondas y naves espaciales para intentar el contacto sin ningún resultado. De aquella segunda luna empezaron a salir objetos cilíndricos, centenares de ellos. Evidentemente todo el mundo pensaba que los visitantes del espacio querían contactar, pero no fue así se limitaron a recoger muestras, la primera vez bajaron a las profundidades marinas de todo el mundo, recogieron muestras de los océanos, mares, lagos y ríos durante varias semanas. Primero fueron los minerales, luego los vegetales y finalmente los animales acuáticos o semiacuáticos, desde los más grandes a los más microscópicos. Luego siguieron con las muestras terrestres y recogieron rocas de todas clases, incluso de los edificios. Mucha gente se sintió amenazada y atacó a los seres mecánicos, que recopilaban información, pero aquellos seres eran invulnerables y simplemente se limitaban a ignorar a sus atacantes, como si fueran insectos. Después de los minerales, vinieron los vegetales, parecía que no hubiera un sitio sin inspeccionar por aquellos seres. Siempre hacían lo mismo, de todas las muestras, se quedaban con tres de cada especie o tipo. Cuando llegaron los animales, dejaron a los más numerosos para el final, por supuesto los más numerosos eran los humanos, más de mil personas fueron recogidas de todo el mundo, algunos se iban voluntariamente, otros eran secuestrados y la mayoría de ellos permanecieron meses. Solo unos pocos un muestrario de las diferentes razas de la humanidad, tres hombres y tres mujeres de cada raza, permanecieron en la gigantesca nave, nunca se volvió a saber de ellos. Los que volvieron, fueron dejados en todos en el mismo sitio, completamente desnudos y todos aseguraban haber sido tratados como animales y nunca intentaron comunicarse con ellos. Finalmente, aquella segunda luna desapareció tal y como había venido.