Este libro, primer volumen de esta serie y además de primer volumen de la colección tocho y medio, se compone de un prólogo escrito por Pepe Cueto, que nos sirve de introducción tanto para la colección, como sobre esa mezcla entre terror y humor que sería el humor negro, y es que los tres bolsilibros, que recopila son puro entretenimiento.
Con desparpajo y un buen saber hacer el señor Berna o mejor dicho el maestro Berna nos cuenta tres historias, donde el terror se mezcla de forma soberbia con la comedia, el género policíaco, el romance, con un estilo gamberro, como aquellos Blockbusters ochenteros, que tan grandes momentos nos dejaron. Hay que decir que a la que empiezas el primero, cuesta dejarlo, por suerte son tres estupendas historias que saben a poco.
En la primera, La Colina del horror, un detective ha de encontrar a una chica desaparecida, lo cual les llevará a él y a su hermosa clienta a enfrentarse a un terrible y monstruoso ser.
En la segunda, El Castillo de los Ahorcados, dos amigos algo canallas, pero de buen corazón que se encuentran sin trabajo, salvan a un hombre de unos atracadores, y en compensación, les ofrece llevar con el un negocio en un misterio castillo, del que se cuenta una oscura y escalofriante leyenda.
Y en la tercera, Los Discípulos de Satán, a un agente de policía le encomiendan averiguar quienes son los asesinos de unas mujeres que aparecen asesinadas, después de haber sufrido terribles torturas y con la palabra SATÁN marcada a fuego. Todo esto mientras intenta reconciliarse con su novia y evitar los coqueteos de su voluptuosa y sensual compañera de trabajo, con la que estuvo saliendo años atrás y está dispuesta a todo para recuperarlo.
Este volumen termina con un relato corto de Alex M. Saponi, El Árbol del Ahorcado. Otro maestro del humor y el terror por partes iguales que nos cuenta con mucho humor negro la historia a lo largo de los siglos de un roble que crece alimentado por la sangre de los hombres en una tierra maldita.
Sí podéis haceros con esta recopilación de historias, id con cuidado, son terriblemente adictivas.
Jotacé.
