Marta Capdevila Ardeliu y Paloma
Villaseñor Romero, se unen en este libro que fusiona la narrativa
de la primera con las sugerentes imágenes de la otra, que ilustran
este relato corto en catalán. Hablándonos de sugerentes mundos
paralelos en los que cualquier cosa es posible, abriendo una puerta a
la imaginación del lector, que en este caso se convierte también en
observador.
Fer Noguera homenajea en esta novela a
dos tipos de películas, una Ghost, la otra ese género por decirlo
de algún modo en que las mentes de los personajes cambian de cuerpo,
en el sentido de padre en el cuerpo de del hijo y viceversa, aunque
dándoles una vuelta de tuerca.
Por un lado nos cuenta la historia de
Quin, un veinteañero responsable, que siempre saca sobre salientes y
con un futuro prometedor por delante; aún así le gusta disfrutar de
la vida con sus amigos y después de una salida nocturna para
celebrar las sus buenas notas, muere en un accidente de tráfico.
Sito es todo lo contrario, un
adolescente, acobardado por los típicos matones de instituto, con
una familia un tanto desestructurada y a punto de romperse, encima la
chica de sus sueños es la novia del jefe de los matones. Las cosas
le van tan mal que decide quitarse la vida. Pero en el momento en el
que está apunto de suicidarse interviene el espíritu errante de
Quin para proponerle un trato, que Sito le ceda su lugar. A partir
de aquí, mientras Sito tendrá que adaptarse a su nuevo estado de
espíritu errante, ya que al no haber muerto todavía las puertas del
cielo se le han cerrado en las narices. Entretanto Quin, que tendrá
que fingir ante la familia de Sito una leve amnesia, pero que
conseguirá salir de la ardua tarea gracias al diario de Sito, lidiar
con los problemas familiares de este y de paso conquistar a la chica
por la que él también se ha visto atraído.