domingo, 1 de julio de 2018

REFLEXIONES DOMINICALES EN UN DOMINGO DE FIESTA MAYOR.


9.45 de la mañana.

Ya están los de la secta del edificio de ahí al lado con las jodidas campanas, voy a decirles que bajen el volumen (Broma para las redes sociales).

11.30 de la mañana.

Que extraña sensación. Puedo escuchar como en la plaza de la iglesia, un grupo hace las pruebas de sonido para uno de los muchos conciertos de la fiesta mayor, a la vez que las campanas ahora suenan a difunto.
 
Decido publicar mis reflexiones domingueras en el blog, que está ciertamente olvidado y tras  buscar en Google una imagen que las acompañe, decido ir en persona y tomar la foto con el móvil, para comprobar que el escenario de la plaza de la iglesia está desierto, al otro lado de mi calle hay otra plaza o más bien parque, es allí donde afortunadamente están haciendo las pruebas de sonido.

Sí, las fiestas populares son ajenas a las tragedias individuales.

Y mientras en el Youtube van sonando sicesibamente, los Black Keys, Chet Faker, The Queen of The Stone Age, Pixis y otros tantos grupos... yo sigo disfrutando de esa soledad y tranquilidad, que tanto lamento algunas noches.

2 comentarios:

  1. Interesantes tus reflexiones domingueras... A mi también me encanta esa soledad... Y bueno, ya uno con hijos y familia no es fácil tener esos tiempos.

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  2. Gracias por tu comentario y por la visita María.
    Supongo que con familia e hijos, esos momentos deben ser todavía más agradecido, aunque estoy convencido de que todo es disfrutable, incluso el ajetreo familiar :)

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