Un forastero llega al pueblo de
Greasewood, donde aún permanece en la memoria de muchos de sus
habitantes, la huella de la guerra. Nadie sabe que o a quien busca,
pero tras sobrevivir a un fallido intento de asesinato, los que se
han proclamado dueños de casi todo, ahora temen que el forastero
pueda amenazar el poder que ejercen sobre los habitantes de la villa,
y el misterioso forastero tendrá que vérselas con un buen puñado
de problemas hasta llegar a su objetivo.
Decir más sobre el argumento de este
western, escrito magistralmente por Samuel Shot, alias Manuel L. Poy,
sería destripar una trama muy bien hilvanada, en la que se
encuentran todos los elementos de aquellas historias del oeste, que
veíamos los sábados por la tarde, los spagueti western y sí,
aquellos populares bolsilibros a los que homenajea y de los que ya se
ha convertido en un referente, como en su día lo fueron, tantos y
tantos otros autores como, Estefanía, Donald Curtis, Silver Kane,
Ralf Barby, Joseph Berna, y tantos otros que en su momento nos
hicieron pasar tan buenos ratos, a nosotros y a nuestros padres. Si
os gustan aquellas viejas historias ya estáis tardando en haceros
con estas maravillosas novelas y si nunca las habéis leído, es hora
de darles una oportunidad y disfrutarlas tal como hicieron
generaciones anteriores.
Jotacé.
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