lunes, 19 de mayo de 2014

(H.C. 47) EVACUACIÓN DEL PLANETA

‭Hugo, acompañado de Norma y Robert caracterizado como Tigre, llegaron a uno de los túneles que accedían al hangar contrabandista, todo era un caos, un bíraro que había pertenecido a la tripulación del Tortuga, creyó reconocer a Norma y a Tigre.
- ¿Qué hacéis aquí? ¡Los nativos se han revelado, hay rumores de que una flota de naves de la coalición viene hacia aquí sin la autorización de sus gobiernos! ¡Dios lo ha previsto todo para que la montaña estalle sin dejar pruebas de nuestra estancia y ha ordenado la evacuación!
- ¡Si eso ocurre miles de nativos morirán incluyendo a nuestros amigos!- dijo Hugo mirando a Robert.
- ¡Habéis ganado, haced lo que queráis! ¡Yo me largo!- gritó Norma saliendo disparada tras el bíraro.
- ¡Síguela hasta el hangar y sal de aquí! ¡Yo me encargaré de encontrar las bombas y desactivarlas!
- Pero...- titubeó Hugo.
- ¡Haz lo que te digo si esto sale mal alguien tendrá que informar de lo ocurrido aquí!- le ordenó el androide.
Hugo corrió por el pasillo hasta encontrar el hangar justo a tiempo para ver a Norma subir en el Tortuga detrás de uno de los bíraros.
- ¡Norma espera!
- ¡Ni lo sueñes piloto! ¡Busca otra nave! ¡Ya me rompiste el corazón una vez!- respondió la contrabandista mientras la trampilla de la nave se cerraba dejándolo en tierra.
Un poco más lejos vio un caza muy parecido a los que utilizaban en el Colón y a un contrabandista humano dirigiéndose hacia allí, pero Hugo estaba más cerca, el contrabandista viendo como alguien estaba apunto de robarle su oportunidad de huir de allí, sacó su arma y le disparó, pero la desesperación le hizo fallar; Hugo se tiró al suelo y rodó por debajo del caza para ponerse a cubierto de los disparos, subió por el otro lado, cerró la trampilla y puso los escudos mientras el otro piloto seguía disparando, puso los motores en marcha y despegó gritando eufórico ya que hacía mucho de la última vez que se sentó a los mandos de una nave.


La lógica infalible del androide le llevó al lugar donde la bomba nuclear causaría más daño, dos robots y un bíraro la estaban poniendo en funcionamiento, Robert disparó contra ellos con su arma y miró el objeto; ya estaba en funcionamiento y apenas faltaba un cuarto de hora para que estallara, intentó acceder al interior del artefacto pero lo único que consiguió fue acelerar la cuenta atrás, en ese momento aparecieron varios nativos entre los que reconoció a sus compañeros de aventuras, Remcho, Fizo y Kira estos con sus arcaicas armas combatían a los androides de seguridad, Robert volvió a cambiar de apariencia, asumiendo la de Yumi Otomo, aunque sabía que aquello carecía de importancia ya que los nativos apenas eran capaces de distinguir a un humano de otro, aún cambiando algunos matices, como el sexo o la raza.
- ¡Hemos de salir de aquí!- gritó en su idioma.
- ¡Pero la salida...!- dijo Fizo.
- ¡Creedme no hay tiempo!- contestó corriendo hacia el hangar seguido de los nativos.
Como sospechaba, el bíraro que colocó la bomba tenía un pequeño carguero esperándolo cerca del lugar, los nativos dudaron al ver aquello que siempre consideraron una temible bestia.
- ¡Vamos a que esperáis esto va a explotar!- les gritó el androide.
Fizo agarro a Kira de la mano y corrieron al interior de las entrañas del dragón, también Remcho que siempre había sido un fiel creyente les siguió, al resto les causó tanto pavor que corrieron despavoridos hacia la salida de las cuevas. En la sala de control habían dos pilotos bíraros, pero Robert los puso fuera de combate para ocupar su puesto y ordenó a los nativos que los vigilaran. La nave salió disparada del interior de la montaña justo a tiempo. Los nativos vieron como la montaña era devorada por lo que consideraron la ira de los dioses y junto con la montaña la gran ciudad que estaba a sus pies como la capital de un gran imperio gobernado por dichos dioses. La nave se zarandeó un poco con la sacudida, pero el androide supo dominar la situación y llevar a los nativos a un lugar a salvo, lejos de las radiaciones; donde en circunstancias normales las noticias sobre lo ocurrido allí tardarían meses en llegar y donde tal vez aquellos tres supervivientes se convertirían en los líderes de una nueva religión, tal vez de un gran imperio.


En el espacio Hugo vio aparecer tres o cuatro cargueros de la coalición, apoyados por cientos de cazas que interceptaban a las naves piratas y contrabandistas dándoles caza, Hugo intentó perseguir al Tortuga en el que viajaba Norma, sin embargo la hábil contrabandista consiguió darle esquinazo y  él al verse perseguido por los cazas de la coalición cejó en su empeño persecutorio, Norma era uno de tantos y asta cierto punto incluso se alegraba de que pudiera escapar. Sintonizó la frecuencia de sus antiguos compañeros, rindiendo sus armas ante los cazas moutones que los escoltaron hasta una de las grandes naves.
La mayoría de las naves pirata fueron destruidas en la reyerta en venganza por lo ocurrido al Cristóbal Colón otras consiguieron huir al espacio profundo y muy pocas fueron atrapadas, la resistencia ya era inútil.
Hugo se identificó como uno de los supervivientes del Colón, pero fue reconocido como el presunto espía y encerrado en una celda de la nave moutona, el encontrarse entre las naves que huían le era totalmente contradictorio y ya lo daba todo por perdido, sin embargo a las pocas horas lo liberaron.
- Tiene suerte de que su capitana abordo del Colón haya conseguido sobrevivir huyendo abordo de un carguero- dijo uno de los Moutones- También se ha dado la orden de arrestar al capitán Snyder, que según su capitana es el auténtico espía, el que les vendió a todos ustedes.
- ¿Capitán ha dicho?- preguntó Hugo sorprendido.
- ¿No lo sabía? Sus compatriotas lo ascendieron por ser el último superviviente y le iban a conceder el mando de una nave.
Poco después Hugo se reunió con su capitana a la que dio un efusivo abrazo ante la estupefacción de sus rescatadores.
- Debe ser una costumbre terrícola- dijo uno de los pequeños soldados de la nave moutona.
- ¿Y Robert? ¿Qué ha sido de él? Entró en el hangar con migo.
- Cuando yo llegue con un grupo de nativos entre los que se encontraban Fizo, Kina y Remcho nos hizo huir hacia un carguero que había allí cerca. Con ayuda de nuestros amigos pude reducir a los pilotos y salir de allí mientras él se quedaba intentando desactivar la bomba... sin éxito
- Lo siento por él era un buen compañero. ¿Qué pasará ahora con nosotros?
- Una nave de la flota Terrestre vendrá a recogernos para llevarnos a casa.
Hugo sonrió, por fin había terminado todo y podría reunirse con Marina en Oceana.


‭Jotacé.

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