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lunes, 26 de mayo de 2014
(H.C. 48) REGRESO A CASA // Star Wars - MASTRETTA - LEGO
El viaje de regreso a la Tierra se hizo eterno, muy pocos sabían que Hugo y Yumi sobrevivieron a la emboscada al Cristóbal Colón, uno de ellos fue el recientemente nombrado capitán Hansel Snyder también superviviente y traidor con demasiados contactos, entre ellos gente importante interesada en que mantuviera la boca cerrada y dispuestos a proporcionarle un modo de huida a algún lugar desconocido en las colónias.
Por supuesto la familia de Hugo también fue informada de su regreso y por una vez en sus vidas salieron de la Tierra para esperarlo en la ciudad lunar a donde llegarían abordo de un transbordador. Todo aquel tiempo fuera transformó a Hugo en un hombre diferente que poco se parecía ya a aquel chico que ansiaba vivir aventuras cuando se marchó de la Tierra.
La investigación sobre todo lo ocurrido en aquel mundo salvaje duró más de lo esperado y mucha información se mantuvo oculta por el interés de la Tierra y por la convivencia con el resto de especies inteligentes; tanto Hugo como su capitana sospechaban de otros intereses ocultos y oscuros. Para mantenerlos callados a ambos se les condecoró en secreto y se les quiso dar un ascenso que ambos rechazaron abandonando el ejercito.
- ¿Qué hará ahora señor Guzmán?¿Se quedará en la Tierra?- le preguntó Otomo en un bar cercano al cuartel general del ejercito después de la dimisión.
- No, hay alguien que me espera en la colonia de Oceana.
- ¿Está seguro? Mire que la noticia de nuestra resurrección no ha salido de la Tierra y es posible que dicha persona le crea muerto.
- Entonces espero no asustarla demasiado- contestó Hugo con una sonrisa irónica- ¿Y usted que piensa hacer? ¿Se quedará con su familia?
- No tengo familia y estoy viendo que soy demasiado molesta para las grandes esferas, así que me limitaré a desaparecer. Quién sabe a lo mejor me voy con usted a las colonias y allí busque una nave mercante en la que enrolarme.
Cuando Hugo le contó a su familia sus intenciones de partir hacia las colonias, estos trataron de disuadirle de lo contrario pero él les contó sus sospechas, aquello era lo mejor para todos; también les habló de Marina con quién ansiaba reencontrarse tras más de un año sin verla, eso les consoló, sobre todo a su madre, que siempre le apoyó con ciertas reticencias.
Pocos días antes de su partida un representante de Industrias Strux se presentó en la casa de sus padres preguntando por él.
- Usted dirá en que puedo ayudarle- preguntó Hugo.
- Es sobre el robot que viajaba con ustedes en el Cristóbal Colón, según los informes que tenemos «sobrevivió» tras la destrucción de la nave.
- Si, fue un compañero excepcional para la capitana y para mi es una lástima que no pudiera abandonar el planeta a tiempo.
- ¿Está usted seguro? ¿Le vio morir?
- Él me salvó la vida y no solo una vez. Ojalá pudiera decirle lo contrario, pero fue la capitana Otomo la última que lo vio.
- El caso señor Cortés es que la capitana ha desaparecido sin dejar rastro y no hemos podido localizarla.
- Si, después de todo lo ocurrido no me extraña yo mismo pienso alejarme de todo esto.
- ¿Antes de irse le importaría pasarse por nuestras instalaciones?
- No entiendo que necesidad hay para eso.
- Verá señor Cortes, como ya sabrá usted nuestro robot podría hacerse pasar por cualquiera y un escáner normal sería incapaz de detectarlo.
- ¿Creen que yo...? esto es...
- Nosotros no creemos nada, si usted no es él no tiene nada que temer y entienda bien si lo fuera tampoco, pero comprenda que era una propiedad muy valiosa. Hugo accedió a regañadientes, en las instalaciones lo hicieron desnudarse completamente y fue sometido a una serie de pruebas denigrantes para cualquier otra persona normal, pero Hugo ya había pasado por demasiadas cosas durante su estancia en el ejercito y en el planeta salvaje.
- Si ve a la capitana Otomo dígale que deseamos hablar con ella.
- ¿Para qué? ¿Para hacerle pasar por lo mismo que a mí?
El hombre de la Strux sonrió sarcástico.
Dos días más tarde cogió un transbordador camino a la Luna, de allí fue a la estación Última Frontera donde cogió la primera nave hacia las colonias.
Para que el viaje resultara más barato debía compartir su camarote con un desconocido o eso creía él ya que al entrar se encontró con un rostro conocido, el del segundo de abordo en el Cristóbal Colón Robert Rico por quien cierto androide se había hecho pasar los primeros meses en aquel mundo desconocido.
- ¡No puede ser!- Exclamó Hugo.
- Temo que la capitana murió en batalla, según me contó Fizo, decapitada por el contrabandista Tigre- dijo Robert.
- Pe... pero entonces.
- Ya ves que la conspiración no era la única razón por que debía desaparecer. Así que si no te importa te acompañaré hasta Oceana, me gustaría ver terminar bien esta historia, al menos en la medida de lo posible.
- Si claro, aunque siento que la capitana no lo consiguiera- dijo con cierto pesar en el rostro.- Por cierto los de la Strux te estaban buscando.
- Pues que sigan buscando- contestó Robert con una sonrisa irónica.
Cuando llegaron a Oceana había pasado más de un año desde la última vez que estuvo allí; intentó comunicar con la casa de los padres de Marina, pero allí le dijeron que se había mudado, le dieron la nueva dirección la de Víctor de la Fuente, aquello extrañó a Hugo; cuando se presentó en la casa fue Victor el quién lo recibió.
- Ven vamos a dar una vuelta- dijo el hombre conduciéndolo al aerodeslizador.- Cuando supo que habías muerto ella sufrió mucho y como comprenderás...
- Tú estabas ahí para consolarla- le cortó Hugo.
- Ahora somos felices y tenemos una hija juntos. Tampoco estuvisteis juntos tanto tiempo... Oye me alegro de que estés vivo y siento todo esto pero es lo que hay. Si quieres verla puedo llevarte con ella pero como comprenderás...¿Qué esperas que haga ahora...qué salga corriendo a tus brazos...?
Hugo negó cabizbajo y pesaroso.
- Lo comprendo perfectamente. Llévame al espacio puerto por favor- respondió Hugo con la voz ronca.
Víctor lo dejo en la zona del espacio puerto donde terminó encontrándolo Robert totalmente borracho... Cuando despertó, se enrolaron en una nave mercante que los llevaría a nuevas aventuras por el espacio.
Jotacé.
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Como aventuras, tuvo aventuras.
ResponderEliminarPero salvo por sobrevivir y dejar de ser acusado de traidor, no le ha ido muy bien.
Sí, es lo que correspondería. Marina tendría que ir corriendo a sus brazos.
No es una objeción, el personaje puede salir a una nueva aventura. Que sea una oportunidad de revancha en algun aspecto, por lo menos.
Muy buena historia.
Gracias Demiurgo, la idea es precisamente esa, hacer que tenga más aventuras, aunque de momento aré un paron con las historias largas de continuara para poder ir corrigiendo el material que tengo y poderlo así enviar a editoriales.
ResponderEliminarProcuraré tener en cuenta tus comentarios para dichas correcciones y veremos que tal va la cosa.