Jota entró en la sala de espera con el
rostro deformado por el cansancio y la pena, apenas pudo carraspear pero sus
padres ya habían deducido lo que había pasado y fueron hacia él para fundirse
los tres en un abrazo, en ese momento se derrumbó sin poder evitar que las
lágrimas salieran, su amigo había muerto.
-
¿Estás bien cariño?- preguntó su madre.
-
No- consiguió decir con voz ronca, luego carraspeó y tragó saliva intentando reponerse- ¿Dónde…
donde están Diana y… Esther?
- Han salido a fuera un
momento. ¿Quieres qué vayamos nosotros a darles la mala noticia?
-
No… Ya estoy mejor…- contestó limpiándose las lágrimas-. Prefiero que os
quedéis aquí para cuando salga el médico.
En
el coche Diana hipnotizó a Esther que les contó todo lo ocurrido en las últimas
horas sin omitir una coma, la sangre del vampiro la mantenía conectada y solo
los quilómetros que la separaban de la
comunidad de vecinos y la propia presencia de Diana evitaban que el control de
doña Carmen sobre la chica fuera más leve de lo habitual; Martín llamó la
atención de Diana señalando hacia Jota que acababa de salir de urgencias con el
rostro todavía contraído por la pena.
-
Vigila a Esther- le dijo a Martín antes de salir del coche y dirigirse hacia
Jota. Una
escena parecida a la que tuvo lugar momentos antes en la sala de espera de
volvió a desarrollarse en parking del hospital con Jota y Diana fundidos en un
abrazo.
-
Tranquilo… todo esto terminará pronto- dijo Diana acariciándole la cabeza- Ayer
mientras hablabas con tus padres les envié varios mensajes a unos amigos que ya
estaban sobre aviso, si es preciso esta misma noche terminaremos con todo esto-
Jota asintió con la cabeza- Oye ya estás implicado más de la cuenta y… bueno no
hace falta que vengas con nosotros.
-
No… Quiero ir y asegurarme de que esta pesadilla termina del todo... y para
siempre
Ella
lo miró le sonrió y luego se besaron.
Jota
fue a ver que les habían contado a sus padres, el médico les dijo que el
cadáver de Daniel sería trasladado al depósito forense y que les mantendrían
informados; también les dijeron la ropa que necesitaban, desde la muerte de
doña Carmen, Jota y su familia habían adoptado a Daniel como uno más y al
carecer de más familia los médicos consintieron que ellos se encargaran de
todo.
Por
seguridad, ataron, amordazaron e incluso le vendaron los ojos a Esther, para
evitar que la diabólica doña Carmen les atacara a través de ella; luego fueron
a las cercanías del edificio convertido en la fortaleza del vampiro, donde se
apearon Jota y Diana con todo lo necesario para la aventura que les esperaba,
allí tuvieron que subministrare un calmante a Esther que empezó a moverse
intentando librarse de sus ataduras.
- Llévala lo más lejos posible y no la pierdas de
vista, ya te avisaré cuando haya pasado el peligro- le dijo Diana a Martín.
La luz del día empezaba a menguar,
los nervios y la adrenalina hacían efecto en el tembloroso Jota.
-
¿No pretenderás que entremos los dos solos ahí dentro de noche, verdad?
-
Claro, ¿tienes miedo?- dijo Diana con una sonrisa irónica.
- ¿Bromeas?
-
Coge las bolsas y espera en el bar de la esquina, enseguida me reuniré contigo.
- ¿A dónde vas?
-¡Haz
lo qué te digo, ahora vengo!
Jota
entró en el bar donde semanas atrás se reunió con sus amigos de siempre para la
mudanza del piso. Entre la conversación que escucho de fondo a algunos de los
tertulianos de siempre hablando del comportamiento extraño y un tanto arisco de
los vecinos de cierto inmueble tocado por la desgracia; alguno de ellos comentó
que aquella misma mañana se habían llevado a otro, al pobre Jota se le hizo un
nudo en la garganta al ver que hablaban de su amigo.
- Será mejor que bajéis el la voz-
les dijo el encargado señalándo a Jota con la cabeza, luego se dirigió a él-
¡Ey chaval! ¿Qué va a ser?
-
¿Yo?… pues deja que lo piense, es que estoy esperando a alguien y…
- ¿Tú no eres el amigo del qué…? En fin ya
sabes- pregunto el hombre, Jota carraspeo antes de asentir con la cabeza- ¿Y
como está tú amigo?
-
Ha muerto…- dijo con voz entrecortada e intentando mantener la compostura. Los
tertulianos antiguos vecinos del barrio y que probablemente conocían a Daniel
así como a su abuela de toda la vida, se levantaron para darle el pésame.
- Si me disculpan…- dijo al ver
entrar en ese momento a Diana.
Pero
la chica en vez de ir hacia él, se dirigió a una mesa cercana ocupada por tres
personas cuya presencia le pasó inadvertida para él asta ese momento; vio como
se abrazaba primero a un hombre de unos cincuenta años con el pelo canoso,
luego a una mujer de unos 40 pero que aún así se conservaba joven y atlética,
finalmente un hombre de entre 30 y 35 años al que le dio un beso en los labios,
que le hizo sentir una punzada de celos. Diana hablo con ellos en un idioma
extranjero, totalmente incomprensible para él, luego le hizo señas para que se
acercara al grupo.
- ¡Jota ven!
Te presento a mi padre Bladimir, mi tía Claudia y este es Jonathan un viejo
amigo. Ellos están al corriente de lo que ocurre y han venido a ayudarnos.
Jota
los saludó y tanto él como Diana se sentaron en la mesa. El camarero fue hacia
ellos y les preguntó que querían de beber.
- Después de
las últimas horas necesito un café bien cargado- dijo Diana
-
Yo también… estoy cansado y muerto de miedo la verdad…
- Entonces ponle un vodka con redbull-
le pidió Jonathan.
-
Bueno hija, cuéntanos cómo están las cosas- preguntó Bladimir.
Jotacé.
Pequeña observación:
ResponderEliminar...una mujer de 40 años pero que aun así se conservaba joven atletica...
Hay mujeres de más de 40 que están muy bien, deseables. Pusiste demasiado enfasis en el pero.
Diana me gusta cada vez más como personaje. Creo que el final más razonable es que ella triunfe. No tendría sentido otro final.
Me parece que Jota se va a sumar a su grupo. Tal vez sucumba Martín, y Jota sea su remplazante. Eso podría añadirle dramatismo a la historia. Pero es tu decisión como autor. Aunque repito que Diana merece ganar.
Temo que la decisión ya estaba tomada antes de empezar la historia, cuando publique el último capítulo que ya no falta demasiado te diré el porqué.
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