Con un inicio trepidante, en
donde las unidades de infantería llegadas desde La Tierra como voluntarios,
están desarrollando la importantísima tarea de liberar Cirste III, el lector se
irá introduciendo, página a página, en cuantas aventuras van a ir
describiéndose en “El brazo de Orión”.
Ya hace más de tres años desde
que la sociedad Centrean sufrió el alevoso ataque de la civilización gurzam a
Cirste I. La posterior destrucción de la colonia Rundar I supuso un mayor
dolor; muchas vidas se perdieron. Con esta repentina adversidad, Centrean
descubre no estar sola en el cercano entorno del universo. Los gurzam, una
beligerante raza alienígena y no humana, desean lo que ellos poseen. Centrean
lucha desde entonces por su supervivencia.
La ocupación militar que la
infantería gurzam hizo en Cirste III, y la consecutiva y rápida instalación que
realizaron en el planeta de cañones de alcance exterior, había supuesto que una
especie de espada de Damocles se cerniera sobre el sistema Cirste y, por ende,
sobre la civilización Centrean.
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