lunes, 5 de mayo de 2014

(H.C. 46) DIRECTOS A LA TRAMPA

‭La noticia corrió como la pólvora, un espía infiltrado había encontrado el posible emplazamiento de los contrabandistas y piratas. Si el Cristóbal Colón triunfaba en su cometido rodarían cabezas tanto en el corrupto gobierno terrestre como en el resto de mundos y razas que competían por el control de las colonias en toda la galaxia. Una reunión secreta entre los seres más poderosos de la galaxia, los mismos que se repartían el control por las colonias y sus recursos decidirían como actuar ante tal amenaza.
-No comprobar la información del espía podría resultar sospechoso y nos pondría en evidencia, sobretodo a los terrestres- dijo el humano.
- ¿Y quien dice que no lo comprueben? los piratas ya conocen la información y estarán prevenidos para la llegada del Colón- argumentó el Biraro.
- No entiendo a que se refiere, ¿qué pasa con el resto de la flota?- preguntó nuevamente alarmado el humano.
- No hay ninguna necesidad de enviarla por una... simple sospecha- contestó el moutón.
- ¡Lo que están sugiriendo es que los terrestres enviemos a nuestra mejor nave a una misión suicida!
- Las perdidas son insignificantes si lo comparamos con la guerra que esa información podría desencadenar... ¿Eso es lo que quiere?- preguntó el bíraro amenazante.
- Puede, pero entonces exigimos algo a cambio- dijo el terrestre.
- Hay una pequeña luna paridisiaca, con un clima parecido al que tiene la Tierra en los lugares tropicales, controlada por las tres razas como ocurre con el planeta Oceana, pero los moutones estaríamos dispuestos a renunciar a nuestra parte del control si también lo hacen los bíraros.
- ¡No! ¡Nos negamos categóricamente!
- ¿Está seguro embajador? El tiempo corre en nuestra contra, el Cristóbal Colón espera ordenes de ustedes depende que lleve esa misión en solitario o avise al resto de la flota.
-Está bien aceptamos el acuerdo.


Poco tiempo más tarde el Colón ponía sus motores en marcha para la misión de reconocimiento; Hugo Cortes sonreía en su celda pensando que pronto todo volvería a la normalidad y el podría volver a reunirse con Marina en Oceana sin darse cuenta de la presencia de su rival Cesar Conrad al otro lado de los barrotes de su celda.
- ¿Qué te hace tanta gracia traidor?- Hugo se incorporó al escuchar a su competidor.
- No soy ningún traidor y pronto quedará demostrado, eso es lo que me hace gracia. Las otras naves se nos unirán seguro, podremos desmontar toda esa organización y terminará esta interminable misión.
- Solo es una misión de reconocimiento sin importancia, no nos vamos a reunir con nadie. ¿Además si eso fuera cierto, por que sigues aquí encerrado?
Hugo se acordó de la existencia del espía infiltrado, podía tratarse de Cesar que ahora trataba de sacarle información y ante tal sospecha decidió callar, al verlo guardar silencio Cesar Conrad decidió marcharse con una carcajada el traidor le estaba dando la razón. Hugo pensó en las palabras de su antiguo competidor, indudablemente los piratas y contrabandistas sabían de su condición de espía y probablemente habrían evacuado su base; aún así era extraño, si aquella misión como decía Cesar era solo de reconocimiento y conociendo todas las fuerzas disponibles por los piratas iban directos a una trampa, se levantó de la litera y se dirigió a una de las cámaras que lo vigilaban sin descanso.
- Necesito hablar con la capitana, es de suma importancia.
Las horas pasaron cada vez más lentas y empezó a dar vueltas nervioso en su celda, volviéndose una y otra vez a la cámara para repetir su ignorada petición. Llegaron las horas de sueño, más tarde la del desayuno y seguió insistiendo en su aparentemente ignorado mensaje; pasó un día y luego otro, ignorando que ocurría más allá de aquellos barrotes. Cuando ya se resignaba la capitana hizo hizo por fin acto de presencia y él pudo por contarle sus sospechas.
- Las ordenes son claras señor Cortes, esto solo es una misión de reconocimiento.
- Si han huido probablemente habrán borrado todas las pruebas se su estancia en el planeta y yo seguiré sin poder probar mi inocencia, con suerte lograré escapar y vuelta a empezar... pero si siguen ahí, estarán esperándonos y creame, allí hay riquezas suficientes para aguantar todo lo que les echen.
- ¿Cree que no lo se? Tengo las manos atadas. Ahora descanse y esté preparado para lo encontremos.


Los motores del Cristóbal Colón empezaron a reducir velocidad en cuanto entraron en el sistema solar donde se encontraba el planeta desconocido. La capitana Yumi Otomo decidió enviar un pequeño caza de reconocimiento a la zona para que evaluase la posible amenaza, el teniente Snyder se presentó voluntario con la excusa de evitar poner en peligro la vida de sus hombres.
El caza del teniente se aproximó al planeta, durante unos tensos minutos las comunicaciones se cerraron, aquello parecía confirmar las peores sospechas de Otomo, de su segundo al mando Robert Rico del androide Robmed que tanto se había implicado en aquel asunto haciendo incluso de enlace entre Hugo y el Colón durante la misión de espionaje. La capitana ya estaba apunto de enviar una patrulla cuando por fin empezaron a escuchar al teniente en la radio anunciando que podían acercarse tranquilos al planeta ya que todo estaba en orden, los que conocían la auténtica naturaleza de la misión respiraron por fin tranquilos, pero aquello duró poco. Al llegar cerca de la zona de rotación al planeta, las comunicaciones se cortaron de golpe y un buen número de naves pirata y contrabandistas aparecieron tanto desde aquel mundo perdido como de las dos lunas y asteroides próximos, cortándoles tanto la retirada como la posibilidad de pedir ayuda. Casi todos los cazas salieron del hangar del Colón para intentar abrir una vía de escape, tan solo aquel viejo caza modificado en el que Hugo había llegado seguía en su sitio.
El teniente Snyder se reveló por fin como el espía traidor al ponerse del lado de los piratas y Cesar Conrad al ver la verdad de los hechos tubo que ponerse al mando de los cazas.
El Colón sufrió varias sacudidas hasta que el segundo de abordo Robert Rico apareció para liberar a Hugo con la orden de unirse a sus compañeros en la batalla que había en el exterior; pero todo estaba ya perdido y ni tan siquiera su pericia a los mandos de aquel caza y llevarse por delante a varios cazas enemigos pudieron evitar el desastre. Conrad le salvó la vida antes de caer en manos de un caza enemigo y Hugo se lanzo en auxilio de una cápsula de escape que caía directa al planeta perseguida por cazas enemigos encargados de eliminar a molestos supervivientes. Poco después se estrellaba en el basto océano de aquel mundo desconocido con la satisfacción de salvar por lo menos a sus compañeros de la cápsula...
       

‭Jotacé

2 comentarios:

  1. Que valiente se comporta en medio del peligro.

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    1. Si, pero este capítulo empalma con el capítulo cero de la historia, vamos con el prólogo y llegamos casi al final, tan solo quedan dos para terminar esta historia.

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