lunes, 31 de enero de 2011

EL DESPISTE DE SANDRO


Aquel día, antes de salir del trabajo, nos presentaron a Sandro. Un compañero nuevo que se acababa de incorporar al trabajo. En realidad todos esperaban que se hubiera incorporado una semana antes, pero el despiste de Sandro era tan grande que siempre se le olvidaba traer algún papel o alguna cosa.
Aquel día Sandro había traido un ordenador portátil, de última generación, regalo de un tío suyo, el cual le tenía en gran aprecio. A la mañana siguiente vimos que el portátil de Sandro seguía en la fábrica, se lo había dejado olvidado.
Otro día, el muy despistado, se trajo consigo a su hermano menor, al cual, tenía que haberlo dejado en el colegio antes de entrar a trabajar. Ese día tube que quedarme a cubrirle las espaldas, ya que tubo que ir corriendo a dejar al pequeño y luego, evidentemente se le olvido regresar.
Otro día se dejo una pistola auténtica, que llevaba encima, ya que era aficionado a las prácticas de tiro. Le cayó una buena bronca ese día, ya que el primero en descubrir el despiste de Sandro, fue el jefe.
Despues de aquello, parecía que nuestro compañero empezó a ir con más cuidado, pero eso, apenas duró una semana, ya que un día al entrar en la fábrica, escuchamos como alguien nos llemaba. Era la voz de Sandro. Al hacercarnos al lugar del que procedían los gritos, nos llevamos una gran sorpresa, al ver su cabeza preguntando si había llegado ya su cuerpo, como os digo, el despiste de nuestro compañero no tenía límites.

J.C.

lunes, 24 de enero de 2011

AMOR DE PLASTICO


A sus 20 años, Lorenzo, seguia siendo virgen. Algunos lo podrían achacar a su exceso de timidez, pero lo cierto es que siempre veía defectos en todas las chicas que estaban a su alcance. Alguna cartuchera, pecaS, exceso o falta de peso.Evidéntemente, él era ajeno a sus propios defectos, de los que poseía una gran variedad.
A las mujeres de las que se sentía realmente atraido, ni siquiera se atrevía a mirarlas a menos que estubieran en alguna fotografía o al otro lado de la pantalla de un televisor.
La única forma femenina a la que Lorenzo, consideraba perfecta y a la que se atrevía a mirar sin complejos; aquella por la que era capaz de pasarse las horas muertas mirandola, era el maniquí del escaparate de una tienda de ropa que había cerca de su casa. La primera vez que la vio, era incapaz de no detenerse a mirarla.
Día tras día mes tras mes, la veía siempre vestida a la última moda, y enloquecía sobre todo al verla con un picardías, en traje de baño o camisón.
Su desilusión llegó el día que vió como una empleada, algo rechoncha, pero no más que él, había desnudado a la maniquí para cambiarle el modelo y vió que debajo de toda esa ropa, solo había plastico.
La empleada, viendolo allí plantado y pensando que sus miradas hiban dirigidas a ella, le sonrió coqueta y Lorenzo que nunca había visto sonreir al maniquí, vió en aquella sonrisa la perfección.

J.C.

sábado, 22 de enero de 2011

HOY ME HA PASADO ALGO MUY BESTIA (Daniel Estorach Martín)


LA HISTORIA DE UN HÉROE SINGULAR

Daniel es un tipo de lo más normal hasta que un día su vida se ve alterada por extraños acontecimientos. Las hemorragias nasales y la intensificación de sus habituales migrañas son tan solo el prólogo de lo que está por llegar.

Al principio no sabe si lo que le ocurre es real o si se está volviendo loco, pero decide aceptarlo al comprender que puede hacer cosas con las que antes solo podía soñar.

La historia que Daniel nos cuenta mediante su blog transcurre en la provincia de la Barcelona actual, y es un combinado explosivo que incluye realidad, descubrimiento, misterio, amistad, amor, fantasía, acción, desengaño y locura a partes iguales.

Atrévete a adentrarte en un mundo tan real como fantástico que ya ha cautivado a miles de lectores de comunidades online como Meristation, Vandal, Elotrolado, Vagos...

sábado, 15 de enero de 2011

(R.F.17) SOBORNO.


Aquella mañana en el trabajo hubo zafarrancho de limpieza, al parecer nuevos posibles clientes, visitaban la fábrica. Cuando llegaron, ya era media mañana, los jefes les dieron el recorrido habitual. Todos bien vestidos con sus trajes y corbatas, de vez en cuando, se paraban un rato delante de una máquina para ver como funcionaba. Donde más rato estuvieron fue delante de Jota, para su sorpresa, uno de los posibles clientes era Luis Garrote. Cuando pasó por su lado, mientras sus jefes le explicaban el trabajo que realizaba, Jota evito cruzar la mirada de Luis y aunque este si lo vio y lo reconoció, fingió que no lo había hecho, Aquellos minutos se le hicieron eternos.
Cuando terminó el trabajo y estaba apunto de llegar a su casa después de aparcar el coche, cerca del portal le esperaba Luis.
- Jota, ¿Puedo hablar con tigo?
- Si, claro.- Contestó Jota dubitativo, pensando que querría información sobre la empresa.
Fueron a un bar cercano y Luis pidió comida y bebida para los dos.
- ¿Te gusta Mónica?
- ¡¿Qué?!- Dijo Jota sorprendido.
- Vamos, no me negaras que no está buena, ¿Verdad?
- Si, si, claro… es muy… muy guapa.
- ¿Estás tonto o que? está realmente buena. Pero pasa, que Mónica está ahora conmigo y no me hace ninguna gracia que halla algún moscardón revoloteando a su alrededor y al decir “moscardón”, me estoy refiriendo a ti.
Jota y Luis se miraron de durante unos segundos muy tensos, segundos que Luis aprovechó para pasarle un sobre a Jota.
- ¿Qué es esto? – Preguntó Jota desconcertado.
- Felicidades, te ha tocado la lotería… y lo único que tienes que hacer, es mantenerte apartado de Mónica. Si no lo haces, puedes perder tu trabajo y créeme, tengo contactos y te será muy difícil encontrar algo, mínimamente cerca.
Jota abrió el sobre, en el interior había un cheque al portador, con un uno y muchos ceros. Antes de poder decir alguna cosa, Luis se estaba levantando ya para dirigirse a la barra. Jota permaneció en silencio, mirando el cheque mientras Luis pagaba la cuenta. Saludó a Jota con la mano y salio por la puerta.
Jota se quedó un rato más en el bar pensativo. No había tenido nada con Mónica, apenas se conocían, si le contaba lo que había ocurrido con Luis se la jugaba.
Durante los días siguientes, Jota estuvo evitando cruzarse con Mónica, pero tampoco se decidía a ingresar el cheque en el banco.
Aún así era imposible no coincidir de vez en cuando, en el portal, o al salir del edificio. Al principio de llegar ella al edificio, el estaba deseando verla, pero era muy raro que coincidieran, ahora que intentaba evitarla, se la encontraba cada dos por tres y tenía que esconderse o salir corriendo para que ella no lo viera a él.
- Hola Jota, Hace días que no te veo.- Le dijo ella una de las veces, cuando se encontraron en la escalera.
- Hola Mónica. Si me disculpas hoy tengo mucha prisa.- Le contestó él apresurando el paso.
Pero cuando peor lo pasó fue en el ascensor.
- ¡Jota! ¡Cuánto tiempo! Tenemos que repetir un día lo de la cena.
- Si, si, claro…
- Oye, ¿Por qué no tomamos una copa?
- Hoy tengo mucha prisa.
- Últimamente siempre tienes mucha prisa, ¿Te pasa algo conmigo?
- No, ¿qué te hace pensar eso?
- Pues que…
En ese momento se abrió la puerta del ascensor.
- Perdona, pero ahora tengo un poco de prisa. Nos vemos, ¿vale?
Esa misma noche mientras cenaba con Luis, Mónica le comentó lo extraño del Jota comportamiento de Jota con ella.
- Bueno, a lo mejor es que ha salido del armario y se siente incomodo contigo.
- ¿Bromeas? Si lo fuera, no me miraría como lo hace, eso sin contar con el echo de que los homosexuales se suelen sentir más cómodos con las chicas que con los heterosexuales de su propio sexo.
- ¡¿Ah, si?! ¿Tienes muchos amigos maricones?
- No, pero los pocos que conozco se suelen comportar así y Jota… Bueno, el dudo mucho que lo sea.
- ¿No habréis tenido relaciones…?
- ¡No! ¡Que cosas tienes! Si apenas nos conocemos. Cuando Luis se fue esa noche de casa de Mónica, antes de ir a la suya, pasó un momento por el despacho, como hacía muchas noches, para observarla a trabes de los monitores de televisión. Para su sorpresa el piso de Mónica estaba a oscuras. “Probablemente se habrá quedado dormida. Tendré que poner cámaras de infrarrojos”. Pensó antes de seguir su camino.
Lo que ocurrió realmente, fue que Mónica, después de darse una ducha, escucho como alguien, posiblemente Jota, entraba en uno de los pisos de arriba. Se vistió y salió, de su apartamento, razón por la cual Luís creyó que ella estaba dormida.
Mónica subió las escaleras y llamó al timbre del piso. Escucho el sonido de pasos y vio como alguien miraba por la mirilla. Temiendo que no quisiera abrirla, ella acercó también el ojo a la mirilla.
- Hola Jota, se que estás ahí, abre.
Jota suspiró y abrió la puerta.
- Hola Mónica. ¿Qué quieres? Es muy tarde y estoy cansado.
- Que me expliques que te he hecho para que me estés evitando continuamente.
- No te estoy evitando, anda vuelve a tu casa que es muy tarde.
- ¡¿Lo ves?! ¡Ya lo estas haciendo otra vez! Creía que éramos amigos!
- Si, bueno… Al principio, cuando llegaste al edificio, eras tu la que parecía esquivarme…
- ¿Es por eso? Oye, yo no te conocía y sabes que estaba huyendo de mi ex, no me fiaba de nadie, pero creo o al menos creía que eso había cambiado. Me parece que hay algo más y no pienso largarme hasta que me digas que es.
Jota permaneció callado un momento, tenía sueño, no tenía ganas de discutir y tampoco se le ocurría ninguna excusa. No tenía escapatoria.
- ¿Es por Luis verdad?- Pregunto ella
- Mira, esta noche estoy muy cansado, mejor hablamos mañana.
- Mañana, ya le habré dicho a Luis que he estado hablando contigo y que estás celoso de él.
- ¡No! ¡No hagas eso! Tú… “novio”, es el celoso y me ha sobornado para que te evite.
- ¡¿Qué!?- Preguntó Mónica incrédula.
- Entra, te enseñaré una cosa.- Mónica siguió a Jota al interior del apartamento y este sacó un sobre de un cagón, abrió el sobre y le enseño el cheque que había dentro.- Me dio este cheque con la condición de que te evitara y para asegurarse de que lo aceptaba, antes se había pasado por mi fábrica como posible cliente para demostrarme su poder o algo así.
- Dios. ¿Por qué no me lo dijiste antes? Ya veo que para ti es más importante el dinero que las personas.
- Si eso fuera cierto, ya habría cobrado el cheque… Lo cierto es que temía que no me creyeras...
- No se que pensar, los tíos cada vez me inspiráis menos confianza. Mónica hizo ademán de marcharse, pero en ese momento sonó el teléfono móvil.
- ¡Si, diga!... ¡Oh, Dios mío! Enseguida voy para allá… No se, cogeré un taxi… Hasta ahora…
- ¿Qué ocurre? ¿Es algo grave?
- Es el novio de mi hermana, ha tenido un accidente y está en uno de los hospitales de la capital.
- ¡Joder! Oye, no hace falta que llames a un taxi. Es una emergencia, ya te llevo yo.
Jota cogió una chaqueta y salieron del piso.

LOS SUEÑOS DEL CANCILLER (Manuel Buil Trigo)


Tras un impacto meteorítico devastador, los restos de la humanidad sobreviven en un puñado de colonias orbitales. La mayor parte de los evacuados, no llegó como personas de carne y hueso, sino como copias informáticas de sus mentes a bordo de soportes digitales.

Bel XVI, detestable excanciller de Aragón, ha descubierto la existencia de una secta que amenaza a la especie humana, remendada y cada vez menos humana. Él y los suyos protagonizan una carrera contrarreloj para desbaratar los objetivos de la secta y de paso, llevar a cabo planes no tan altruistas

A partir de este punto, no podemos adelantar más sin deshilvanar una trama que merece realmente leerse. Se trata de una apasionante historia de Ciencia-Ficción, bien escrita e inteligentemente armada, de la que no podrá despegarse.

viernes, 14 de enero de 2011

EL Dr PERVERSO Y Mr VIRTUD


El Doctor perverso lo tenía todo planeado para apoderarse del mundo. Apretando un simple botón, un virus informatico dejaría sin defensas a la Tierra. Otro botón haría salir de varias guaridas secretas repartidas por todo el mundo un ejercito de robots gigantes que se apoderarían del mundo y él terminaría nombrandose emperador de la Tierra, mas que eso, ya que con la pócima que acababa de crear, se convertiría en un dios indestructible y superpoderoso al que todos adorarían.
Apretó los botones y durante unos minutos se permitió el lujo de ver como el mundo se sumía en el caos, luego se tomó la pócima, durante unos minutos sintió unos extraños mareos, perdiendo finalmente el conocimiento.

Cuando desperto, vió dos cosas, que seguía siendo el Dr Perverso de siempre y que había permanecido varias horas inconsciente, con lo cual llegó a la conclusión de que aquella pocima, no le había servido para nada. Encima vio que el mundo seguía como siempre, y todo gracias a un super tipo vestido con mayas rojas y capa azul, dotado de extraordinarios poderes al que la gente le puso el nombre de Mr Virtud.

Mr Virtud había contrarestado el virus informatico que dejaba a la Tierra sin defensas y luego se había encargado de convertir en chatarra a la mayor parte de su ejercito de robots gigantes sin llegar a despeinarse.

Estaba claro que antes de seguir con sus planes de conquista, tendría que averiguar quien era aquel super tipo y destruirlo y para eso tal vez devería perfeccionar su pócima.

El caso es que el traje de Mr Virtut le parecía extrañamente familiar, sin llegar a recordar que había un traje similar en el sotano de su guarida secreta.

J.C.

miércoles, 5 de enero de 2011

TRIBULACIONES DE UN ESPAÑOL EN PARIS (Joaquín Martínez Mamerí)


Los tiempos son duros para Andrés Paniagua, un joven emigrante español que ha de buscarse la vida en una ciudad cosmopolita, aunque bastante «ingrata» con los recién llegados. La situación se vuelve desesperada cuando pierde casi al mismo tiempo hogar y trabajo, quedándose en la calle. A partir de ahí, comienza para él un duro peregrinar por los bajos fondos de la capital francesa. Pero su suerte cambia cuando descubre a las afueras una granja que le dará trabajo. ¿Durante cuánto tiempo? Andrés Paniagua advierte que los tiempos no dan para más, la crisis se generaliza, peor aún, la situación en el mundo, lejos de mejorar, se agrava cada día que pasa.

HOGAR DULCE HOGAR


Después de llevar tanto tiempo sin trabajo, el banco se quedó con el piso de Idalgo Idagoras, que después de convertirse en consumidor habitual de vino en tetra brick, para pasar las frías noches de invierno, consiguió finalmente encontrar un nuevo hogar en el cajero automático de la misma sucursal bancaria que se había quedado con su antigua casa.