jueves, 31 de enero de 2013

ATRIA: EL COMIENZO DE LA LUZ (Jorge Portela Giner)

"En la más fiel tradición de la temática iniciada por Calderón de la Barca en “La Vida es Sueño” y reflejada más recientemente por los hermanos Wachowski en “Matrix”, Jorge Portela nos presenta de manera magistral una historia de amor, lealtad, valor y coraje que nos llevará de los fríos pasillos de un orfanato de la Ciudad Condal a un universo más allá de la imaginación de cualquiera de sus protagonistas. 
Partiendo de una realidad gris y distante, Atria nos transporta a un mundo de fantasía en el que el bien y el mal luchan por la supremacía en una batalla tan antigua como la misma humanidad. La profundidad de la mitología presente en la primera entrega de esta saga toca algunas de las cuestiones básicas planteadas desde el inicio de los tiempos que van desde el significado de nuestra existencia a cuestionar la mismísima realidad a la que nos enfrentamos cada día. Alex Baró, el protagonista de este primer libro siempre supo que él era mucho más que la persona que acertaba a ver reflejada en el espejo cada mañana. Esta certera sensación se apoderará de el durante años sin llegar a discernir el porqué hasta que un día Atria demanda su presencia. En este primer episodio Alex cambia las cajas del almacén que administra en la Barcelona de principios de siglo por una espada y una montura en un mundo rodeado de dragones, lobos, demonios, elfos y enemigos dispuestos a todo para poder mandarlo de vuelta a su triste existencia. A través de una saga que abarca varias generaciones conoceremos a las familias, los villanos y los héroes de Atria en una historia que nos hará preguntarnos que pasa realmente cuando el sueño nos vence y cerramos nuestros ojos."

viernes, 25 de enero de 2013

LA CHICA DE VENUS (Juan Carlos Fernández)

 
La Chica de Venus es una trepidante historia de aventuras, que mezcla el space opera y el cyver punk. 
 Cuando Ulises Guzmán­, que trabaja en una empresa de componentes para naves espaciales en la ciudad de Hades, bajo la superficie de Venus, es ascendido con un inminente viaje a la Tierra (lugar al que todos los colonos desean regresar), el dueño de la empresa en la que trabaja, le pide que durante el viaje a la Tierra acompañe a su prometida, una chica un poco más joven que Ulises llamada Minerva y sobrina de otro importante empresario, Isaac Strux. El mismo día que Ulises y Minerva se conocen, unos hombres enviados por una mercenaria sin escrúpulos llamada Dolores Zorrilla, intentan secuestrar sin éxito a la chica. Desde entonces, ella sospecha que hay algo más tras su intento de secuestro y que la mayor parte de la gente que conoce está al corriente de dicho secreto, solo Ulises al que acaba de conocer está al margen de dicha conspiración, aunque incluso él, tiene el presentimiento de que ella es especial, enseguida, surgirá entre los dos compañeros de viaje una atracción prohibida por los mismos que les han juntado. El viaje a la Tierra, estará plagado de incidentes y aventuras en los que se toparán con piratas espaciales, con pilotos de cargueros que saltan de un lado a otro del sistema solar y por supuesto de los innumerables intentos de secuestro de Dolores. 
Entre tanto, en la Tierra. El Tío de Minerva, le encarga a su jefe de seguridad Mike Pratt, que investigue a los miembros de su empresa, que puedan estar implicados en dicha trama y que a su vez contrate a un investigador externo para hacer averiguaciones sobre el prometido de Minerva y jefe de Ulises, Tomás Lázaro. Mike se pondrá en contacto con un viejo amigo detective privado Luis Alonso, este con la ayuda de una cadete de la policía, averiguara asta donde llega la implicación de Lázaro y el secreto del que Minerva forma parte sin saberlo y todo ello a pesar de las travas que le pondrá el misterioso asesino Caín, dispuesto a todo por defender los oscuros intereses de su misterioso jefe.

Jotacé

lunes, 21 de enero de 2013

(H.C. 14) REANUDANDO EL VIEAJE


Con los pies descalzos y doloridos por la caminata, Hugo y Yumi, anduvieron como pudieron por la espesa vegetación de la isla, siguiendo el sonido del agua, una vez encontraron la laguna donde fueron capturados unas horas antes, la rodearon buscando su ropa y pertenencias, que estaban muy cerca de donde las habían dejado el día anterior. Se lavaron y se secaron lo más rápido que pudieron antes de vestirse, marchándose de allí a toda prisa. Presentían que los habitantes de la isla seguían cerca de allí, escondidos y probablemente observando todos sus movimientos. A pesar del hambre, dejaron la comida para su regreso al campamento de la playa.
Cuando llegaron, vieron que entre los tripulantes del barco que vigilaban las provisiones, estaba el joven Fizo al que creían ahogado, al verlos este corrió hacia ellos.         
- ¡Yumi! ¡Hugo! ¡Ya de vuelta! ¿Todo bien?- dijo hablando en Inter, que era el idioma oficial de la Tierra y que Fizo se esforzaba por aprender.  
- ¡Fizo! ¡Que alegría verte de nuevo! ¿Y Robert?    
- En el barco, ayudando en las reparaciones. Gracias a su divina intervención, yo vivo. Poco después se reencontraron con su compañero robótico, este les contó como consiguió rescatar a Fizo y llevarlo a la isla, a una playa cercana a donde ellos habían desembarcado, cuando llegaron al campamento, Hugo y Yumi ya se habían ido con la expedición, los tripulantes que regresaron horas más tarde, les explicaron que ellos habían decidido explorar un poco más la isla y Robert estuvo apunto de ir a buscarlos, pero pensó que tal vez necesitaban pasar un tiempo a solas y decidió quedarse para ayudar en las reparaciones del barco. Esa noche Hugo y Yumi le explicaron ya a solas, como habían sido capturados por los habitantes salvajes de la isla, para más tarde ser puestos en libertad.         
- A veces, los seres pensantes que todavía no han alcanzado una inteligencia tecnológica avanzada, se muestran más civilizados que la mayoría de los seres “civilizados” con los que me he encontrado, incluyendo a los humanos- dijo Robert, Hugo y Yumi le dieron la razón.    
Dos días más tarde, la embarcación emprendía nuevamente viaje. Aquella noche, Hugo salio a contemplar las estrellas como hacía muchas veces, pensando en todo lo ocurrido, en el reencuentro con Robert y como le recordaba otra partida, de la que más que años, parecían haber transcurrido siglos…                                                    
 
 
                                    X X X X                               
 
 
Tras la defensa del Marie Curie, todos en el Cristóbal Colón, miraban a Hugo de otra manera y cuando regresó a la nave después de su permiso en Oceana, su jefe de escuadrón le encomendó la tarea de liderar a uno de los equipos que solían formar en los entrenamientos. Evidentemente aquello provocó los celos de Cesar Conrad, su eterno rival en el Colón y que era además otro de los líderes, en los entrenamientos. Para sorpresa de sus superiores, después de la valentía demostrada en acción, ahora Hugo parecía incapaz de coordinar a su equipo tal y como se esperaba.           
- ¡Eh, Cortes! ¡Será mejor que te retires o harás que nos derriben a todos!- dijo Conrad mofándose. Hugo estuvo apunto de enzarzarse en una pelea, pero en ese momento apareció el jefe Snyder.         
- ¡Cortés! ¡Conténgase! Últimamente no está a la altura de las circunstancias. El permiso le sentado de pena, así que póngase al día o tendré que retirarle como líder de escuadra.       
- ¡Si señor!- dijo Hugo cuadrándose y saludando a su superior.  
- De momento vaya a visitar al Robmed.     
El Rob. Med. SX.00 o Robmed, era el mismo robot que tras la destrucción del Cristóbal Colón, suplantaría la identidad del segundo de abordo, Robert Rico. Por aquel entonces, la mayor parte de la tripulación lo veía con cierto miedo, un robot capaz de imitar la forma de cualquier humano adulto, que podía estar en cualquier parte sin que el resto de la tripulación reparara en él, experto en anatomía, medicina y psicología, pero también programado para el combate, ya fuera manejando todo tipo de armas o cuerpo a cuerpo, aquel prototipo, se había convertido para sus superiores en una herramienta muy útil. Hugo llamó a la puerta del despacho del Robmed, presentándose antes de entrar.            
- Adelante.- contestó una voz femenina.     
Una vez en el interior, Hugo vio como su interlocutor, había adoptado la forma de una preciosa chica de la misma edad de Hugo, pero con el uniforme y los galones que se le había otorgado en la escala de mandos. 
- Eres Hugo Cortes, procedente de España, en la Tierra, llevas ya unos seis meses en el Cristóbal Colón, como piloto y después de demostrar en numerosas ocasiones tú destreza como piloto y de salvar del desastre al Marie Curie, recibes un permiso especial en el planeta Oceana y derepente todo cambia. Nada más llegar tú, alertas a tus superiores del intento de secuestro del que fuiste víctima y de cómo fuiste ayudado por una joven del planeta a eludir a tus presuntos atacantes, sin embargo alertas de que tal vez todo fuera una estratagema para inculcarte algo. ¿Es todo más o menos como lo he contado?- dijo Robmed, sin apenas tomar aire.     
- Si, así es.          
- Está bien, deje que me acerque a usted…- dijo comenzando a palparle la cabeza y después todo el cuerpo con las manos, analizándole con visión de rayos equis, sin necesidad de ningún otro aparato.
Para asegurarse bien de que la paranoia del piloto no estuviera realmente justificada, empezó a desnudarlo, sin dejar de analizar todo lo que veía- bien, pareces en perfecto estado de salud, como ya se confirmó en tu última revisión y no hay ningún artilugio extraño, ahora bien, eso no significa nada, vuelve a vestirte y acomódate en el diván. Hugo obedeció y Robmed cogió su rostro con las dos manos, acercándose, mirándolo fijamente y acompasando su falsa respiración con la de Hugo.          
- Hugo, relájate y mira mis ojos… estas cansado, muy cansado… los parpados te pesan y no puedes mantener los ojos abiertos... cuando cuente hasta tres, quedarás profundamente dormido… uno… dos… tres…- Hugo se durmió y Rodmed empezó a sondear los recuerdos que él tenía del planeta Oceana, para comprobar si durante su estancia allí, había sufrido algún tipo de lavado de cerebro. Hugo se lo relató absolutamente todo, pero el androide seguía sin detectar absolutamente nada extraño, excepto tal vez algo que consideró perfectamente normal para alguien de su edad, algo en lo que el androide se centró por completo, sonsacándole hasta el más mínimo detalle de interés-…ahora, cuando cuente hasta tres, volverás a despertar, sintiéndote completamente descansado y en paz… uno… dos… y… tres.  
Hugo abrió sus ojos y se asombró al ver junto a él a Marina, tal como la había visto por última vez hacía apenas unos días. Aquella fue la primera vez que Robmed, se transformo en Marina.                                           
 
 
          Jotacé.

sábado, 19 de enero de 2013

CARTEL PROMOCIONAL DE LA CHICA DE VENUS

Esta mañana lluviosa mañana, me pateo la ciudad pegando carteles para la presentación de la chica el próximo jueves. Estais todos invitados. Jotacé.

jueves, 17 de enero de 2013

EL HIJO DE YURI GAGARIN (Santiago Sanchís Mullor)

‘El hijo de Yuri Gagarin’, pequeñas historias de grandes protagonistas

lunes, 14 de enero de 2013

(L. P. 25) ÚLTIMO ASALTO

A partir del momento en el que Alicia empezó a mejorar en el zulo y que surgió esa relación, que iba más allá de la de rehén y secuestrada, Vicente retomó un poco las labores de investigar a sus posibles objetivos y más teniendo en cuenta que coincidían con los de Alicia, sus “enemigos” y los de ella estaban relacionados. Ahora que se habían visto obligados a salir de la chatarrería con la intención de huir muy lejos, era el momento tanto para él como para ella de zanjar asuntos pendientes, así que aquella mañana había dejado el coche en un parking público, donde sabía que nadie repararía en su presencia y durmieron hasta bien entrada la mañana, para después ir a desayunar en un bar cercano. Ella desconocía cuales eran las intenciones que Vicente tenía en la cabeza y aunque había estado otras veces en aquella ciudad dormitorio, en la que vivían sus objetivos, desconocía totalmente la zona donde se encontraban. 
 - ¿Dónde estamos? Tengo la impresión de que seguimos cerca de casa - preguntó mientras desayunaban. 
 - En realidad estamos cerca de donde nos conocimos… He pensado que antes de irnos, nos podemos despedir a lo bestia. Curiosamente la que tú apuñalaste, es hermana de la que yo quería secuestrar y matar junto con su actual novio. 
 - ¿Sabes? Lo cierto es que desde que estamos juntos, me da igual lo que les pueda pasar. 
- Es una pena, por que lo tengo todo planeado- dijo Vicente sonriendo maléficamente. 
 - Entonces… ¡Hagámoslo!- le contestó ella devolviéndole una sonrisa diabólica. 
 Como cualquier otro día laboral, tanto Jota como Elena habían ido a trabajar. Santi había dejado su trabajo, y preparaba ya el equipaje para su inminente marcha en busca de “si mismo”, viaje que había aplazado ya demasiado tiempo, al día siguiente partiría junto con Diana, la cual había prometido presentarle gente que podía ayudarle en su búsqueda. En el piso de abajo, Mónica seguía todavía de baja, a causa de los molestos puntos que habían tenido que darle, pronto se los quitarían y podría reanudar su vida. Ninguno de ellos sospechaba que Vicente y Alicia, habían conseguido acceder al edificio de la forma más simple, apretando a un botón al azar del portero automático y anunciándose como el cartero. Su error fue llamar al Piso de Mónica, ya que después de todo lo que había pasado, ella prefería dejar a los desconocidos al otro lado de la puerta. 
- Verá señorita, es una carta certificada y para entregársela, tiene usted que firmar el resguardo- dijo Vicente intentando inútilmente convencerla. 
 - Y yo le digo, que deje el resguardo en el buzón y ya pasaré personalmente a recoger dicha carta en correos- contestó Mónica, que miraba a través de la mirilla. 
 - Pero eso es una tontería, ya que nosotros estamos aquí y usted también. 
 - ¡Oiga no insista! ¡Si realmente es quien dice ser, hágase a la idea de que no ha encontrado a nadie! ¡Como ya le he dicho, iré personalmente a buscar esa carta a correos! ¡Ahora si no se marcha llamaré a la policía! 
 - ¿Y ahora que hacemos?- preguntó Alicia. 
 - Esperar en las escaleras, en algún momento alguien entrará o saldrá del piso y será nuestra oportunidad. 
 Entretanto, Mónica llamó a Jota y le contó lo ocurrido, estaba visiblemente asustada. 
 - ¿Los viste bien, piensas realmente que podían ser ellos? 
 - Solo vi a uno y no estoy segura, pero creo que si. 
- Muy bien, Santi está en mi piso, lo llamaré para que te haga compañía, tú llama a la policía y cuéntales lo ocurrido. 
 Cinco minutos más tarde, los dos psicópatas se sobresaltaron al escuchar el sonido de la puerta de arriba y corrieron a refugiarse en la parte de las escaleras que hacía bajada, la suerte les sonreía, aquel tipo era uno de los que habían estado haciendo investigaciones en la chatarrería y estaba llamando a la misma puerta que ellos hacía apenas unos minutos. En la mochila que llevaban consigo, tenían objetos tanto afilados como contundentes. Vicente golpeó en la cabeza a Santi, justo cuando Mónica abría la puerta, Santi calló inconsciente sobre ella, que intentó levantarse a toda prisa, pero Vicente se abalanzó sobre ella impidiéndole la huida. Intentó taparle la boca para evitar que gritara, pero se llevó un doloroso mordisco, aún así siguió sujetándola y le golpeó con fuerza, con la misma mano que ella había mordido. Mónica calló al suelo, quedando también inconsciente. 
- Así no tiene gracia matarlos- dijo Vicente.- Atémosles y llevémosles al cuarto de baño. 
Un poco de agua fría les ayudará a recobrar el conocimiento. 
 Antes de que los dos locos irrumpieran en el apartamento, Mónica había hecho otras dos llamadas, una a la policía y la otra a su hermana Elena, con la que estaba hablando en el momento de abrir la puerta, al escuchar lo que pasaba, pidió en su trabajo que llamaran también a la policía, mientras ella salía disparada de allí sin atreverse a descolgar el teléfono. 
 Entretanto, también Jota había salido disparado de su trabajo y mientras lo hacía llamó a Diana, que al carecer de trabajo y estar viviendo en casa de su amigo Pepe, fue la primera en llegar allí, por el portero automático, llamó primero al piso de Mónica y luego al de Jota, donde se suponía que estaba Santi, nadie contestó, algo iba mal. 
En el interior de la casa, los dos psicópatas, escucharon el timbre del telefonillo, pero lo ignoraron, ocupados como estaban atando a sus dos presas y trasladándolas al cuarto de baño. Jota llegó a la vez que la policía y se encontraron con Diana, que les dijo lo que ocurría, en ese momento sonó la radio del coche patrulla, informándoles de una segunda llamada en referencia a la misma dirección. 
 - ¡Subamos! ¡Tengo llaves del piso! Alicia, había abierto el grifo del agua fría de la ducha y remojaba a Santi y a Mónica, que despertaron atados, amordazados y con un fuerte dolor de cabeza, a Mónica además se le había saltado algún punto, ya que la herida que tenía en la espalda le estaba volviendo a sangrar. 
- Esto va ser divertido- dijo Vicente vaciando el contenido de la mochila en el suelo del cuarto de baño. 
 - ¡Quietos! ¡Arriba las manos!- gritó uno de los policías en la puerta. 
 El ruido del agua y de los artilugios de tortura cayendo al suelo les había impedido oír a Jota abriéndoles la puerta a los dos policías. Alicia en cuclillas, perdió el equilibrio y cayó de culo en el suelo, mientras que Vicente se levantó del suelo de un brinco, agarrando un afilado cuchillo con el que se abalanzó sobre los policías, que inevitablemente abrieron fuego sobre el agresor. Vicente cayó al suelo fulminado por las balas. Luego todavía con la adrenalina en el cuerpo, ya que a pesar de su oficio, era la primera vez que disparaban a alguien, tumbaron a Alicia en el suelo esposándola. Jota y Diana corrieron a atender a sus amigos, empapados y amordazados en el interior de la bañera. Cuando Jota desató a Mónica, ella se le agarró al cuello besándole, con lágrimas en los ojos y todavía temblando de miedo. 

 Jotacé.

jueves, 10 de enero de 2013

CUANDO BAILEN LAS ESTRELLAS (Maria José Sánchez Alegía)

Inmersa en la oscuridad de la noche, una estrella se empeña en cambiar su lugar en la Vía Láctea. El resto de astros, al comprobar que la estrella es capaz de moverse libremente, improvisan junto a ella una insólita danza.
Mientras esto sucede, Alejandra Viera, una mujer europea que lleva tiempo buscando respuestas a muchas preguntas, conoce en las ruinas de Qenko a un shamán peruano que se convierte en su maestro. Ambos protagonizarán, sin saberlo, un reencuentro sagrado en Machupicchu, con el que cambiarán sus vidas y las del resto de personas que les acompañan. Sin proponérselo, se unirán al compás de las estrellas en un inspirador baile donde cada minuto cuenta.

lunes, 7 de enero de 2013

(H.C. 13) CAPTURADOS COMO ANIMALES

El navío necesitaba múltiples reparaciones debido a la tormenta del día anterior, razón por la cual tendrían que quedarse en aquella isla, aparentemente desierta durante varios días. Así, él capitán mandó montar un campamento en la playa y a varios de sus hombres ir a buscar provisiones. Hugo y Yumi, a pesar de haber perdido a su compañero robótico seguían teniendo ese aura divino, que los nativos se habían empeñado en otorgarles, decidieron acompañar a la expedición y aprender así algo de la extraña fauna de aquel lugar. Al cavo de algunas horas, cazando, recogiendo frutas frescas y agua, la expedición decidió regresar al campamento, todos menos Yumi y Hugo quisieron continuar solos con la exploración de la isla, prometiendo a sus anfitriones que regresarían al campamento en uno o dos días. 
Lo cierto es que habían pasado ya muchas cosas desde que cayeron del espacio y aquella sería la primera vez que estarían auténticamente solos desde entonces. En la primera parte de la exploración, habían observado que tipo de animales había en aquel lugar salvaje, a cuales debían temer y lo mismo ocurría con la vegetación, había zonas donde pequeños insectos voladores les incordiaban volando a su alrededor, pero un pestilente ungüento que les habían dado en el barco los mantenía alejados. Tras un par de horas abriéndose paso a machetazos, escucharon el sonido del agua, lo siguieron y llegaron a un claro que se habría paso gracias a una laguna con cascada incluida, el lugar idóneo para acampar y esperar la llegada de la noche. 
 - Esto me recuerda a la isla de Utópica en el planeta Oceana – dijo Hugo suspirando- y a Marina… Yumi lo miró con una sonrisa de complicidad. 
 - Robert… Quiero decir el RMED, me hablo de tu experiencia en Oceana. Al menos tú tienes la posibilidad de volver a verla, si conseguimos salir de aquí. ¿Sabes? Parece que no hay tantos mosquitos y hace tiempo que quería darme un baño en condiciones- dijo Yumi empezando a quitarse el uniforme. 
 La capitana Yumi Otomo, a pesar de doblarle la edad, conservaba un cuerpo que muchas chicas jóvenes ambicionarían y eso sin operaciones, solo a base de horas de ejercicios en el gimnasio del Cristóbal Colón. La mujer se lanzó de cabeza en la laguna. 
 - ¡Vamos soldado! ¡¿A que estas esperando?!- le dijo a Hugo haciéndole señales con la mano. 
 Finalmente Hugo se decidió, se quitó la ropa tal y como hizo su superiora y se lanzó detrás de ella. Nadaron, jugaron y durante un rato olvidaron el hecho de que se encontraban a años luz de la Tierra o cualquiera de sus colonias esparcidas en el espacio y también la diferencia de edad y de rango en la escala militar, eso allí carecía de importancia. Cuando por fin salieron, se tumbaron en una roca, desnudos, esperando que el sol y la suave brisa secara sus cuerpos, se miraron a los ojos y por una vez surgió el sexo entre ellos de forma natural, por que se les apetecía sin más, sin importarles el guardar las formas. Cuando terminaron, se quedaron tumbados uno junto al otro, sin importarles nada. 
 - Será mejor que nos vistamos y que nos preparemos para pasar la noche- dijo Yumi, levantándose por fin. 
En ese momento, una red le cayó encima, Hugo apenas tubo tiempo de incorporarse para esquivar una segunda red, pero aquellos seres que les atacaban eran mucho más grandes y numerosos que ellos y el forcejeo apenas duró un momento. Sus agresores eran nativos, como sus anfitriones del barco, pero un poco más bajos, con la piel más oscura y vestidos con pieles que apenas le cubrían el cuerpo, ni por asomo parecían haber llegado al nivel tecnológico de sus anfitriones en el barco. Si acabaran de llegar al planeta, les habría sido imposible distinguir entre el idioma de aquellos nativos salvajes y sus anfitriones, pero en aquel momento en el que ya estaban aprendiendo el idioma de sus anfitriones, vieron que aquellos nuevos nativos, hablaban un dialecto totalmente nuevo. Como en la Tierra hacía siglos, en aquel planeta aunque había una especie dominante gracias a su capacidad de pensar, aquella especie estaba dividida por múltiples razas y culturas, probablemente en todos los mundos con seres pensantes como los humanos, pasaba más o menos lo mismo. Para aquellos seres, que los primeros humanos que veían, estaban tumbados al sol, totalmente desnudos, tan solo eran unos animales extraños que despertaban su curiosidad. Así les ataron una cuerda al cuello, a modo de correa y fueron conducidos a su aldea, sin la posibilidad de recuperar su equipo, que se quedó abandonado junto con su ropa a orillas de la paradisíaca laguna. Así, desnudos y poco acostumbrados a caminar descalzos, la caminata por la selva se les hizo eternamente dolorosa, llenándoseles, el cuerpo de arañazos por todas partes. 
Una vez en la aldea, los primeros que vinieron a darles la bienvenida, fueron los niños, a los que los cazadores apartaban de sus dos presas vivientes a base de manotazos. El que parecía el jefe, junto con sus consejeros o hechiceros, fueron también a ver a aquella extraña captura. Por supuesto, Hugo y Yumi, intentaron comunicarse con sus captores en el idioma de sus anfitriones y con gestos, pero lo único que consiguieron fue provocar la risa de aquellos seres, que desconocían, la función para la que podrían servir aquellas dos extrañas criaturas, salidas de la nada. Finalmente decidieron encerrarlos en una jaula, llena de lodo, junto con otros animales. 
Ahora sin los ungüentos que les habían proporcionado en el barco, los pequeños insectos voladores, les acribillaban sin piedad. 
 Por la noche, cuando todos los nativos se fueron a dormir, Hugo y Yumi decidieron que había llegado el momento de escapar, les fue muy fácil abrir las jaulas donde estaban encerrados ya que por su condición de animales domésticos más que de prisioneros, carecían de vigilancia. Sin embargo, algunos niños de la tribu a los que su curiosidad les podía más que el sueño, habían salido de sus chozas para ver con más tranquilidad a los extraños animales y vieron asombrados como las extrañas criaturas abrían la jaula sin dificultad para huir, así que asustados, alertaron a los adultos, que les volvieron a dar caza sin dificultad y cuando los niños les explicaron lo ocurrido, esta vez si que se decidieron a poner vigilancia. 
Apenas abrigados por el lodo reseco que cubría sus desnudos cuerpos y agotados Hugo y Yumi, decidieron que lo único que podían hacer era descansar, se abrazaron para darse algo de calor e intentaron dormir bajo la atenta mirada de su guardián, que esperaba ver si lo que habían contado los niños, era cierto. La noche se les hizo eterna. Incluso si sus compañeros del barco, conseguían rescatarles con vida, toda esa aura divina que les creían, se vería desvanecida al ser encontrados en ese estado y encerrados en una jaula, como simples animales. 
 Por la mañana, los nativos salvajes, les sacaron de su prisión y les llevaron nuevamente ante el jefe y sus consejeros, después de aquella terrible noche, los dos extraños animales, caminaban encorvados, exhaustos y abrazados entre si. Aunque aquella mañana carecían de fuerzas y de ánimos, para intentar comunicarse con sus captores, los líderes escucharon, como los cazadores habían hablado de extraños objetos que habían encontrado cerca de donde estaban ellos y que por miedo supersticioso, habían dejado allí sin atreverse a cogerlos, los niños volvieron a contar, como las dos extrañas criaturas habían sido capaces de abrir su jaula aunque después, bajo la vigilancia de uno de los cazadores habían permanecido quietos. Pero lo que tal vez más había inquietado al jefe, era que algunos cazadores habían avistado cerca de la costa una gigantesca canoa, que debió llegar de nadie sabía donde y en la que parecía haber otra tribu. Después de deliberar un rato con los sabios de la tribu, el jefe ordenó algo a los cazadores. Entonces comenzó nuevamente la tortuosa caminata, que habían llevado acabo el día anterior. Después de un par de horas de tortuoso viaje, les quitaron las cuerdas por las que les tenían sujetos al cuello y se marcharon, dejándoles nuevamente solos en medio de aquella extraña jungla. Por suerte el ruido del agua, les indicó que les habían soltado muy cerca del lugar donde habían sido capturados. 



Jotacé.

miércoles, 2 de enero de 2013

¡¡¡NOVEDADES EN LA CHICA DE VENUS!!!

Ante todo Feliz Año Nuevo a todos.

Los que me seguís en facebook ya lo sabreis, sobre todo si seguís la página dedicada a mi libro.

Pasadas estas fiestas retiro La Chica de Venus de Bubok.



Ale, ya está dicho y la razón es que el 24 de Enero a las 19:15 la presento en la biblioteca Mestre Matí Taule de Rubí, muy cerca de Barcelona.
La editorial se hace cargo de hacer el evento en facebook que próximamente colgaré en el blog.

Evidentemente estáis todos invitados.

La próxima semana este blog intentará volver a la normalidad, si el acontecimiento lo permite.

Un saludo.

Jotacé