sábado, 25 de abril de 2020

Lectura para La granada Sant Jordi 2020 Juan Carlos Fernández.

A continuación, mi aportación al vídeo de La Granada Sant Jordi, para el evento organizado por Oscar Ryan, un fragmento de lo último que estoy escribiendo, debajo podréis leer los dos primeros capítulos enteros para hacer boca cuando lo publique en su momento.




00. Desaparecida 

Transmisión de George Milwaukee III desde la nave Buena Fortuna oculta tras un cúmulo de nubes sobre un lugar perdido del antiguo Perú. 
09:33 
Hemos perdido la señal de mi compañera Lula Santa Eulalia. Salió de exploración hace un par de horas. Las últimas imágenes que fueron transmitidas desde su casco de supervivencia nos mostraron como una bandada de aves mutantes, espantadas por un trueno le hicieron perder el control. Lo último que vimos antes de que se rompiera la comunicación, era como se estrellaba contra los arbustos de la superficie
Me conecto el casco y me dispongo a salir en su busca acompañado de dos androides, por si surgieran complicaciones con las tribus de mutantes
09:41 
Dejamos la capa de nubes, como podéis ver debajo nuestro esta lo que antiguamente era la selva peruana, ahora, después de los grandes cataclismos que azotaron la Tierra, la vegetación ha vuelto a crecer, pero en su mayoría son espinosos arbustos grises y retorcidos los que ocupan el lugar de la frondosa selva. También la fauna ha cambiado y no para bien, la falta de alimentos la ha vuelto más agresiva y lo mismo ocurre con los antiguos aborígenes, que como sabréis también se han transformado en criaturas diabólicas y sedientas de sangre, nada que recuerde a un humano. 
09:58 
¡Mirad! Allí entre aquellos árboles parece brillar alguna cosa, vamos a aterrizar a ver si es Lula o nos da una pista de su paradero. 
10:02 
Como podéis ver es una ala rota de su mochila propulsora y… ¿Que es esto que veo aquí en el suelo? ¡Sí! Es la antena transmisora de su casco, por eso dejamos de recibir su señal. Es extraño que no se quedara aquí esperando ayuda como marca el protocolo, pero... ¡Esperad un momento! Las huellas que hay en el suelo, son de aborígenes y casi ocultan las de las botas de Lula. Por lo visto los debió ver venir y salió corriendo en aquella dirección buscando un refugio. ¡Ahora sí que es seguro que está en peligro! Chicos preparad las armas y vamos a seguir las huellas a ver a donde nos llevan. RT112, abre camino, RT116, guarda mis espaldas. ¡No quiero sorpresas!     
10:17 
Como podéis ver la vegetación es bastante frondosa aquí. Esperemos llegar a tiempo, antes de que esas bestias consigan capturarla y romperle el traje de protección atmosférica o algo peor... 
10:30 
¡Mirad aquí, señales de lucha! Parece que Lula ha caído en poder de esas bestias mutantes, pero ha vendido cara su piel, cuento tres… No cuatro mutantes muertos por armas de fuego. Siempre he dicho que Lula es una mujer sorprendente, aunque a veces pueda ser muy temeraria. Esperemos que la hayan capturado con vida y lleguemos a tiempo para salvarla… ¡Vamos, no hay tiempo que perder! 
10:46 
Parece que hemos encontrado el poblado de los mutantes. ¡Mirad bajo esa ensenada! Como podéis ver han fabricado chozas de adobe para refugiarse de las lluvias ácidas y de la luz del día tan dañina para ellos, y allí al fondo, en aquellas cuevas que hay en esa paredes donde seguramente guardan la comida y las provisiones y sí, bingo por los guardias que tienen apostados bajo las cabañas de caña y pieles, es evidente que también tienen a Lula. Bien el plan es el siguiente, daré un rodeo y ayudado por los retropropulsores bajaré hasta donde están los guardias y ayudado de este machete, los degollaré para evitar que den la alarma al resto del poblado, todo esto mientra RT112 y RT116 toman posiciones para distraer al resto de los habitantes del poblado y así poder huir.
11:04
Bien amigos, ya habéis visto como matar a un par de mutantes sin hacer ruido, también he localizado el equipo de Lula. ¡Chicos ya podéis empezar el ataque, yo libero a Lula! Está en esa cueva enrejada. Mirad, ya han empezado los fuegos de aritficio.
 —¿George, eres tú?
 —¡Claro!¿Quién si no? ¡Hazte a un lado e insonoriza un momento el casco, que haré explotar la puerta!
11:11
(George y Lula se abrazaron en su reencuentro)
 —¡Cariño!¿Donde te habías metido? ¿Tú que crees? Anda coge tu equipo y dile a nuestra estimada audiencia Asgard y Olimpo lo que vamos a hacer ahora.
—¿Qué que vamos a hacer? — Lula rió histérica 
—¡Nos vamos a vengar de de estos animales! ¡Los vamos a masacrar! 
—Exclamó mientras corría ya hacia las explosiones. Será mejor que la siga antes de que deje sin diversión…


01. Masacre 
Las imágenes mostraban como Lula y George, que había dejado de narrar la acción, masacraban a todo el poblado sin hacer distinción de edad o género. Una lanzadera bajó del cielo de la que salieron otros tres androides para unirse a aquel genocidio. Aunque la deforme piel de los mutantes estuviera cubierta de duras costras que se había adaptado a la nueva fauna y flora y que incluso podía aguantar por unos minutos la lluvia ácida, poco o nada podía hacer contras las armas de los cazadores de mutantes, cuyos cascos les alertaban cada vez que alguno se acercaba por detrás. Incluso cuando habían capturado a la solitaria mujer unas horas antes, esta no se lo había llegado a poner fácil y solo la habían llegado a reducir gracias al número de cazadores que la habían atacado, pero en ese momento la única opción de supervivencia era huir y esconderse hasta que los furiosos cazadores venidos de más allá de la capa de nubes cesara. Pero el jefe de la tribu, había decidido vender cara su piel, y aunque sabía que no valía la pena intentar derrocar a alguno de los robots que cubrían a sus amos, tal vez sí podría acabar con alguno de los hombres que los gobernaban, así que corría y se escondía buscando a una de aquellas presas humanas, escondidos tras sus ajustados trajes espaciales. El casco de Lula la avisó a tiempo de ver como el líder mutante le lanzaba una lanza, no le costó nada esquivarla, para reconocer a aquel semi-humano lanzándose sobre ella. 
 —Sí. Yo también te estaba buscando tesoro y veo que me traes un regalo
La mujer sonrió al ver al mutante armado con el machete que le había quitado unas horas antes corriendo hacia ella. Lanzó el fusil a un lado y se dispuso a la lucha cuerpo a cuerpo. Esquivó a su atacante y lo agarró del brazo intentando retorcerlo, cosa nada fácil. El mutante cambió el arma de mano y esta vez si logró alcanzarla con una fuerza atroz, pero no lo suficiente como para atravesar su traje, lo cual lo sorprendió, eso le dio a Lula la oportunidad de contraatacar, rodillazo, patada, codazo. Todo aquello dejó medio aturdido a su adversario, sabía que debía continuar atacando sin dar tregua, en una de aquellas cabriolas mil veces entrenada, consiguió que su oponente soltara el arma y de una patada lo alejo de si. A pesar de la paliza que la mujer le estaba dando, el mutante cegado por el odio decidió contraatacar con todas sus fuerzas. Lula ya le estaba esperando, pero esta vez, lejos de esquivarlo como la primera vez, aprovecho el mismo impulso de su oponente para clavarle el machete en el estómago, lo sacó de allí y antes de que su contrincante pudiera caer al suelo malherido, le rebanó el cuello sin contemplaciones.
 —¡Y parece que tenemos a una clara vencedora, señoras y señores! ¡Lula Santa Eulalia! —Gritó George, que llevaba un rato mirando el combate y retransmitiéndolo mientras los cinco robots terminaban de matar a toda la aldea.
 —¡Espera un momento! Quiero llevarme la cabeza de esta alimaña, como trofeo.
 Aunque la tarea de decapitar al mutante fue bastante complicada y tardó unos cuantos minutos, a través de las pantallas en las lejanas estaciones donde todo aquello se estaba viendo pareció que apenas había tardado unos segundos en realizarse. 
Lula se acercó a la cámara y alzó su trofeo victoriosa. Poco después los dos humanos, seguidos de sus sirvientes mecánicos subieron en la lanzadera, que se alejó de allí seguida de uno de los drones cámara que habían grabado todo lo ocurrido. Pronto la lluvia ácida apagaría las llamas que aún ardían en el poblado de los indígenas mutantes.


Jotacé.

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