lunes, 27 de octubre de 2014

(D.F. 19) LOCALIZANDO A LA PRESA






Poco antes de que Roca decidiera emprender la caza a plena luz del día, China y Tufo, dos de los mutantes vigías, escucharon como un estruendo resonaba en una zona cercana a la frontera con sus rivales. Cuando Roca les mandó llamar y ante los acontecimientos, decidieron callar la información y ver personalmente el origen de aquel lejano trueno. Aquellas gruesas ropas que llevaban para protegerles de la agresiva la luz del día, hacía que les picara todo el cuerpo haciéndoles sudar más de lo conveniente y siempre que podían se ocultaban en el interior de algún edificio para beber en abundancia de aquella agua contaminada la única que había, se desprendían unos minutos de sus ropas para aliviar sus irritados cuerpos y finalmente volvían a emprender la marcha. Apenas faltaban unos minutos para llegar al territorio de sus enemigos y concentrados en atravesar colgados de una liana el abismo que separaba a un edifico de otro, China creyó escuchar algo bajo sus pies, miró hacia abajo y vio entre las sombras un poco más allá de donde ellos se encontraban a los supervivientes, embutidos en aquellos extraños y ajustados trajes que les cubrían todo el cuerpo, con sus mochilas de supervivencia y empuñando aquellos extraños palos. China agarró del pantalón a su compañero mostrándole acto seguido su descubrimiento, Tufo le izo señas para llegar a su destino al otro lado de la calle y ocultarse entre las sombras. 
 ─ Lo hemos conseguido hermanita ─ dijo Tufo ─ busca a Roca y al resto de la partida de caza y tráelos aquí, yo seguiré a las presas a distancia para no perderlas de vista. 
China apenas tardó veinte minutos en encontrar a los cazadores y conducirlos hacia el lugar donde los había visto, pero unas manzanas antes de llegar a su objetivo, Tufo se descolgó desde una liana y pidiendo silencio a sus compañeros, condujo a Roca asta un lugar desde donde pudo divisar a sus presas sin ser vistos. 
 ─ Cinco supervivientes, esto será una buena cacería. Esta vez la carne fresca llegará para todos ─ dijo Roca sonriendo mientras Tufo asentía sonriente. 
─ Habrá que ir con cuidado, están fuertemente armados, no será fácil. 
─ ¿Armados? ¿Te refieres a esos extraños palos que llevan en las manos? 
─ No son palos, son armas de fuego, es lo que escuchasteis anteayer y sirven para matar a distancia, si las conseguimos podremos dominar toda la ciudad. 
Roca y Tufo regresaron con el resto de los mutantes y Roca empezó a distribuirlos armados con piedras, palos y redes, para que a sus presas les fuera imposible huir. 

Jotacé.

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