lunes, 27 de febrero de 2012

(L.P. 09) ATARDECER


Tanto los padres como sus profesores, estaban preocupados por su estado de salud, pero eso a Alicia le traía sin cuidado. Había encontrado lo que siempre había querido y en su febril estado de salud ya creía notar como sus sentidos estaban incrementándose. Pronto moriría para el resto del mundo, aunque renacería en las tinieblas o al menos, eso es lo que predicaban muchos de esos libros y películas que leía y veía una y otra vez.
Pronto anochecería y su amante de ultratumba volvería a visitarla, tal vez se compadecería de ella concediéndole la vida eterna.
Escucho el zumbido del timbre de la puerta, habían llegado visitas, poco después sonaron golpes en la puerta de su habitación y antes de que pudiera decir nada, su madre abrió y se asomo.
- Unos amigos tuyos han venido a verte.- dijo.
Un chico y dos chicas bastante más mayores que ella entraron en la habitación. Alicia no los conocía de nada.
- ¿Quienes sois?- Dijo desconcertada.
- Somos amigos de Daniel, ellas son Mónica y Diana y yo Javier.
- ¡¿De Daniel?!
Su apariencia era de gente normal, poco que ver con los trajes de negro, de época, de los nuevos románticos o góticos. Sin embargo, al único Daniel al que ella conocía y al que podían referirse era a su “amante”.
- Quiere que dejes de llamarlo.- dijo Diana
- ¡¿Qué?! ¡Creía que habíais venido a buscarme!
Los tres extraños que decían ser amigos de Daniel, se fueron turnando, para explicarle que su vida corría peligro y que Daniel carecía del poder para convertirla en vampiro y que aunque lo tuviera, eso la destruiría, convirtiéndola en esclava, le dieron todas las argumentaciones posibles, Mónica le contó como le había afectado las visitas del vampiro en un pasado reciente. Alicia sabía que le mentían, todo aquello que le estaban contando, tenía muy poco que ver con los libros y las películas que ella había visto. Fuera de si, los insultó y los echó de la habitación y de la casa.
- Da por muerto a Daniel, nunca más volverá... ¡Asúmelo!- dijo Diana antes de salir de la habitación, en tono amenazante. Esa noche, Alicia permaneció despierta, llamando a Daniel entre lágrimas, sin ningún resultado. Aquellos tres extraños, de alguna manera inexplicable para ella, habrían cumplido sus amenazas. Alicia solo pudo dormir al amanecer, un sueño profundo y reparador.
- Lo de matar a Daniel no lo dirías en serio, ¿verdad?- dijo Jota al salir del piso de Alicia.
- ¿Tanto te preocupa que pueda vivir?- preguntó Mónica.
- Te salvó la vida.- contestó Jota.
Mónica permaneció callada, era cierto que Daniel o aquello en lo que se había convertido el antiguo compañero de piso de Jota, le había salvado de una vida de esclavitud y probablemente también la vida, pero antes de hacerlo, la había estado visitando algunas noches, invadiendo su descanso y su intimidad y aunque sin ataques sexuales, como sugerían muchas películas del genero, ella sí que se había sentido violada en muchos sentidos.
Antes de regresar a casa, Diana les hizo parar en varias floristerías, de una de ellas, salio con una maceta de flores blancas.
- ¿Qué es eso?- preguntó Jota.
- Flores de ajo. Eso mantendrá a Daniel en su tumba, durante el tiempo que sea necesario y cuando pueda volver a salir, tal vez esa loca ya se habrá olvidado de el.
Ya oscurecía, cuando Jota y Diana pasaron por el nicho de Daniel, depositando la maceta en el mismo. Luego regresaron al coche, donde les esperaba Mónica.
Finalmente de regreso al piso se encontraron con Elena y Santi que ya habían regresado de sus pesquisas. El humor de Elena era pésimo, ya que seguían sin conseguir ninguna pista del asesino de Andrés, o al menos eso es lo que le contó Elena a Mónica, ya que quería evitar preocuparla más de la cuenta. Lo cierto es que estaba convencida de que aquel chatarrero, al que habían visitado aquella tarde era el asesino, ¿pero como demostrarlo? Aunque había algo que le atormentaba más todavía a Elena, Santi le recordaba mucho a Andrés y el saber que había cambiado radicalmente después de salir del coma en el mismo hospital en el que había muerto Andrés y además justo el mismo día… ¿Era realmente Santi la reencarnación de su antigua pareja? Y si lo era, ¿Por qué había olvidado quien era realmente?
Esa noche, mientras el telediario daba la noticia sobre aquel individuo que había matado a una prostituta, suicidándose más tarde, Vicente observaba en un coche el edificio donde había visto entrar a Elena y a Santi.
- Creo que ya se quien será mi próxima victima.- le dijo a su padre.
- ¿Ah, sí? ¿Y como lo harás esta vez?
Vicente suspiró profundamente antes de responderle.
- Lo único que se, es quiero tomarme mi tiempo, tanto para planearlo, como para llevarlo a cavo… y esta vez lo voy a disfrutar al máximo.- dijo con una sonrisa malévola en el rostro.

Jotacé

1 comentario:

  1. En la página, las aventuras de Jota podréis, seguir las aventuras de estos personajes desde el principio, como han sido publicadas originalmente en el blog.

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