martes, 5 de abril de 2011

(R.F. 21) UNA AYUDA SOBRENATURAL.


Luis e Iván hablaban, sin apartar la mirada de un pequeño escenario, donde una chica, que se desprendía de la poca ropa que llevaba puesta, bailando provocativamente y desafiando la ley de la gravedad en una barra metálica.
Iván sacó un pequeño frasco de su bolsillo y se lo pasó a Luis.
- ¿Qué es esto? Yo no tomo drogas.- Dijo Luis
Iván abrió el frasco, echando sobre la palma de su mano algunas pastillas azules.
- No son drogas, solo es una pequeña ayuda para que aguantes tu última noche con ella.
- ¿Crees que necesito ayuda para follar?
- No digo que necesites ayuda para echar un par de polvos o tres, pero si quieres que tú última noche con esa tía dure realmente toda la noche, por muy en forma que estés, necesitaras una o dos de estas.
- Está atada a la cama y a mi me gusta ir variando de postura de vez en cuando. Por otro lado, cualquiera la desata, teniendo en cuenta lo que le hizo a Ramón.
- Eso lo podemos arreglar. Mira donde estamos. Aquí tienes un montón de putas y ni siquiera tienes por que pagar. Imagínate las combinaciones.
- Eso suena bien. Puede que si necesite esto después de todo.


En la casa de Mónica, el rostro de Eva se había vuelto ligeramente más pálido, mientras que el de Daniel había cogido algo de color. Ella permanecía totalmente paralizada, como en una especie de trance y las marcas del cuello se habían vuelto tan pequeñas que eran casi imperceptibles a simple vista.
- Ahora está bajo mi control, si quieres puedes tirártela.
- ¿Y por qué no lo haces tú?
- Estoy muerto, no tengo ese tipo de necesidades.
Jota se quedó mirando a la mujer que había estado apunto de matarlo.
- ¿Dónde está Mónica, la mujer que llevaba esta ropa, no la habrás matado verdad?
Eva permaneció callada.
- Responde.- Dijo Daniel.
- Está en el sótano de un prostíbulo de la capital. Esperando para ser trasladada a otro país donde trabajará de puta.
- ¡Hemos de rescatarla!- Dijo Jota dirigiéndose a Daniel
- Su vida no me incumbe
- Dani, por favor. Se que te has alimentado alguna noche de ella, el día del hospital te reconoció. Además, hazlo por mí.
- Daniel está muerto Jota, yo soy otra cosa, te lo he dicho muchas veces. Ni siquiera tenía por que venir.
- Si me ayudas puedes sacar más beneficio que desventajas lo sabes muy bien.
- Lo se. Condúcenos hasta el prostíbulo.
- Ordenó Daniel a Eva.
- Seguidme.- Dijo Eva
En la calle les esperaba un extraño y pálido enano.
- ¿Qué estas haciendo? Se supone que no debemos inmiscuirnos en los asuntos de los vivos.- Dijo el enano dirigiéndose a Daniel.
- Si, pero sin proponérnoslo lo hacemos cada vez que nos alimentamos de su sangre, alterando su sueño y su ritmo de vida.
- Tal vez, pero lo que tu pretendes es diferente.
- No es la primera vez que Jota me ayuda. Siempre es bueno tener aliados en el mundo de los vivos.
- Puede que tengas razón.- Dijo el enano mientras parecía desaparecer.
Unos minutos más tarde, Eva y Daniel subían en el coche de ella mientras Jota los seguía en su propio coche, camino de la capital.
Mientras bebían, Luis Garrote elegía a una de las muchas prostitutas que había en el local, una ucraniana de pelo rubio y grandes pechos. Después de invitarla a una copa de cava y de reírse de su precario español, decidió bajar con ella a la habitación en la que permanecía atada Mónica, antes de bajar, Iban le dio una navaja.
- Atada como está, esto te hará falta para quitarle la poca ropa que lleva puesta. Asústala si quieres, pero procura no dañarla.
- Descuida.- Contestó Luis mientras agarraba a la otra chica por la cintura.
Dejaron los coches en una calle paralela a la del prostíbulo, nada más bajar el vampiro enano les esperaba.
- Dile a los porteros que vamos contigo, que nos inviten a entrar.- Le ordenó Daniel a Eva. Cuando llegaron a la puerta ella cumplió las órdenes de Daniel y los dos porteros los dejaron pasar. Eva y Jota pasaron delante y cuando Daniel y su pequeño compañero atravesaron la puerta, se giraron y se abalanzaron a los cuellos de los porteros, el enano más que saltar, levitó hasta el cuello, luego les ordenaron que entraran con ellos y señalaran a todos los que pertenecían a la organización. Cuando los porteros entraron, lo hicieron rodeados de una espesa niebla, que parecía adormecer a clientes y prostitutas, y que solo se materializaban para ingerir la sangre de todos los que podían ser peligrosos.
Ivan, reconoció a Eva y aunque solo había visto a Jota una vez sabía que lo conocía de algo, así que sin percatarse de lo que estaba pasando a su alrededor se dirigió hacia ellos.
- ¿Has acabado con el vecino de la chica? ¿Quién es el que te acompaña?
Eva lo ignoró y Jota le dio un puñetazo que le cogió por sorpresa rompiéndole la nariz. Iván, más alto y más fuerte que Jota, alzó el brazo con la intención de pegarle, pero el vampiro enano se materializó en el cuello de Iván paralizándolo y sometiéndolo bajo su control. El rostro del enano ahora parecía un niño sonrosado.
- Dile que nos lleve con Mónica.- Dijo Jota.
El pequeño vampiro así lo hizo. Luis, tras entrar en la habitación con la chica ucraniana, le dijo que se desvistiera mientras se sentaba en la cama, al lado de Mónica.
- Es guapa, ¿verdad?- Dijo mientras sacaba la navaja y el frasco que le había dado Iván y los dejaba sobre la mesita de noche.- Tranquila, no queremos que tú te quedes fuera, al contrario. Ella está aquí para enseñarte tu nuevo oficio. Esto puede durar toda la noche.
Se desnudó, se tomó una de las pequeñas pastillas azules y vio como su pene se ponía en erección. Luego cogió la navaja y rompió tanto el sujetador, acarició los pechos de Mónica con el filo de la navaja y lo condujo por el vientre asta las bragas, que también rompió, dejándola totalmente desnuda. Ella se estremeció mientras el le lamía la cara y la acariciaba suavemente.
- Ya veras, lo vamos a pasar en grande los tres juntos.- Di jo mientras se le subía encima con la intención de penetrarla.
En ese momento la figura de un niño se materializó en el cuello de Luis, Mónica profirió un grito ahogado detrás de la mordaza, también lo hizo la prostituta ucraniana, que dio media vuelta abriendo muy asustada la puerta, con intención de salir huyendo, pero detrás de la puerta estaban Jota, Iván, Eva y Daniel, que la mordió haciendo que cayera al suelo completamente dormida.
El niño vampiro hizo que Luis se levantara de encima de Mónica y Jota fue a socorrerla, quitándole la mordaza.
- Es un… es un…- Dijo Mónica, que parecía estar en estado de shock.
- Si, lo se. Tranquila, vienen con migo.
Daniel le ordenó a Eva que se desnudara y le diera la ropa a Mónica. Mientras Mónica se vestía, Jota reparó tanto en la trempera de Luis, como en el vote de viagras que había encima de la mesita de noche y mirando al vampiro niño y le preguntó.
- Oye, ¿eso no os afecta?
- Estamos muertos Jota. Ya te dije antes que no nos afecta nada. El sexo para nosotros, no es más que un cebo para alimentarnos de los vivos.
- ¡Haced que se las tome, que se las tome todas! – Dijo Mónica.
- Haz lo que dice la dama.- Le ordenó el niño vampiro a Luis.
- Largaos.- Le dijo Dani.
- Antes una cosa. No la volváis a visitar.
- No te preocupes, no solemos visitar a los que saben de nuestra existencia. Aunque a veces hagamos excepciones.
Jota y Mónica salieron del local, afuera hacía frío. El la abrazó mientras iban hacia el coche.

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